Ana Samboal: "El camino debería ser rescatar a las empresas y no lastrarlas para que vayan recuperándose"

Ana Samboal

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755.000 personas están sometidas a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo según los datos de cierre del 31 de diciembre. Vence el 31 de enero y el Ministerio de Trabajo ha puesto una última propuesta sobre la mesa y es que a tenor de la respuesta inicial de la CEOE y los sindicatos, UGT y Comisiones Obreras, va a ser aceptada.

Es decir, se van a prorrogar hasta el 31 de mayo. Casi, casi en el último minuto, en el tiempo de descuento, como viene sucediendo desde que se aprobaron esos ERTE por causa de fuerza mayor, es decir, por covid. Sería bueno, ahora que vamos a disponer de algo más de tiempo, hasta el 31 de mayo, que entráramos ya en la letra pequeña, a empezar hilar fino.

Supuestamente, en primavera, habrá una parte importante de la población vacunada ya, la población tendría que empezar a vacunarse y tendríamos unas expectativas mucho más claras. Los empresarios han puesto sobre la mesa una cuestión crucial. Que se pueda despedir sin perder todas las ayudas.

El objetivo de estos ERTE es que las empresas sobrevivieran a las restricciones por covid. Estaban planteados para dos, tres, seis meses. Se van a prolongar durante un año y el objetivo sigue siendo que las empresas sobrevivan salvando una gran parte del empleo. ¿Pero qué pasa si una empresa tiene diez empleados y tiene que mantenerse con nueve, o con ocho, o con siete? ¿Tiene que devolver todas las ayudas? ¿O debería solo devolver solo una parte de las ayudas, las del empleo, que se pierda inevitablemente con el fin de sobrevivir?

Este debería ser el camino. Rescatar a las empresas, rescatar todo el empleo posible y no lastrarlas para que, a medida que pase el tiempo y vayan recuperándose, puedan recuperar esos puestos de trabajo que se han perdido. Eso era de hilar fino, de entrar en los detalles, en la letra pequeña, y no dejarlo todo, otra vez, al tiempo de descuento.