José Luis Pérez: "Los secretos de la estrategia de Sánchez"

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Vamos a ver si nos quedan claros cuáles son los deseos del señor Sánchez con los pactos: en Canarias, en Baleares, en La Rioja, en Aragón, en Cantabria, por supuesto, en Navarra, en todos esos gobiernos autonómicos, al centro derecha, ni agua. Esa es la consigna. En esas autonomías a los socialistas les vale cualquier apoyo, menos los de Ciudadanos o el Partido Popular. Cualquiera. Los socialistas dan o reciben de buen grado los votos desde partidos regionales, a nacionalistas, independentistas hasta Bildu. Lo que sea.

En los gobiernos autonómicos lo que haga falta, menos el Partido Popular o Ciudadanos. Ese es el criterio de Pedro Sánchez. Ahora, para la Moncloa, no. Para seguir en la Moncloa Sánchez quiere a Ciudadanos o al Partido Popular. Pero además les quiere así, a las bravas. porque él lo vale.

Lo que está pidiendo Pedro Sánchez además, es que Ciudadanos, o el Partido Popular, le apoyen ¡Pero para que luego él pueda gobernar con Podemos como socio preferente! Visto así (y es literalmente así) parece que eso es echarle un poco de morro. ¿No? El argumento, tramposo, es: “que me apoye Ciudadanos y así tenemos un gobierno estable”.

Vamos a ver. El PSOE y Ciudadanos sumarían 180 escaños. La mayoría absoluta esta en 176, así que sí. Podría ser un Gobierno estable. La trampa radica en que Sánchez no habla con ciudadanos del Gobierno. Habla de la investidura. Habla de lo suyo. No de lo de todos. ¿Qué de verdad persigue Sánchez un gobierno estable? Que llame a Rivera, que le diga cómo quiere gobernar, con qué presupuestos y para hacer qué. Que por cierto, fue lo que Rajoy le ofreció a él: un acuerdo de legislatura al que respondió con el no es no y que parte del no no entiendes.