José Luis Pérez: "Es práctica común en las campañas electorales no apelar al cerebro, sino a las entrañas"

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Habrá quien diga que ya lo avisó la ministra portavoz con lo del Titanic, con lo de “el slogan de la campaña del PSOE me recuerda a una frase del Titanic”. A lo mejor lo dice por los augurios económicos que, efectivamente, no son como para estar tranquilos. el Titanic. Por desgracia (de siempre, pero acentuado en los últimos años) va más de frases que de debates serios.

Va más de propuestas, cuanto mas llamativas mejor, que de soluciones realmente pensadas, realistas y testadas para intentar solucionar los problemas del día a día. Por desgracia es practica común en las campañas electorales no apelar al cerebro, sino a las entrañas.

Hace tiempo que las campañas en nuestro país desmintieron por la vía de los hechos aquella frase que que Bill Clinton convirtió en su particular “vayase señor Bush”. Hace tiempo que las campañas electorales desmintieron aquello del “es la economía, estúpido”. No lo fue, no fue la economía, en la segunda victoria de Zapatero en las urnas. Aquella en la que nadie quiso escuchar los avisos de lo que se nos venia encima. lo que se vino encima fue una losa que todavía en parte arrastramos. 

Fue la misma campaña en la que Zapatero dijo (se lo escapara o no) aquello de “nos interesa que haya tensión en la campaña”. Y la hubo. Quizá no tanta como la que algunos quieren imprimir en esta nueva campaña. No es la economía o algunos consiguen que no sea la economía lo que marca las campañas. A lo mejor, en lugar de su frase, aquí Bill Clinton hubiera dicho: “La historia se repite, estúpido”.