"A quien abronca Félix Bolaños no es a Aldama, sino al juez que le puso en libertad"

El ministro de Justicia, Félix Bolaños, se ha puesto hoy en modo bronca para intentar ahondar en esa estrategia de la Moncloa que podría resumirse en que “todo lo que dice Aldama es mentira, salvo alguna cosa”. Ya les contaba el otro día que esa alguna otra cosa que ya han reconocido son, por ejemplo, irregularidades en contratos por 52 millones de euros en las mascarillas, es el pago de un piso a la novia de Ábalos, es el exministro y número dos del PSOE firmando un contrato para un pisazo de dos millones de euros en un contrato que firma Ábalos y que después dice que le han engañado. Un ministro al que todavía no sabemos muy bien por qué Sánchez expulsa del Gobierno por pérdida de confianza, pero que meses después protege colocándole impuestos de salida en las elecciones para que estuviera bien aforado como diputado. Todo eso alguna cosa reconocida.

Pero estábamos con el ministro de Justicia, con Félix Bolaños, poniéndose en modo bronca para asegurar, así como muy serio, que Aldama en realidad no está colaborando con la Justicia: “A mí me parece que colaborar con la Justicia no es acusar sin pruebas, eso es difamar”. Con esas palabras, el ministro, remarco, de Justicia, en realidad es que no está abroncando ni a Aldama, no está abroncando a los periodistas que le preguntan por él, por Aldama. A quien está abroncando, reitero, el ministro de Justicia, es al juez que en su día decidió poner en libertad a Aldama. ¿Por qué? Pues porque ese magistrado consideraba que sí estaba colaborando con la Justicia. Y al que está abroncando el ministro es también al fiscal anticorrupción que le pidió a ese juez, que es el juez Pedraz de la Audiencia Nacional, a ese fiscal que le pidió que dejara en libertad condicional a Aldama. ¿Por qué? Porque estaba colaborando con la Justicia. Y porque Aldama, para demostrar que estaba con la Justicia, decía el fiscal, para reconocerlo, dijo también que se inculpaba de un delito, el delito de haber sobornado a varios miembros del Gobierno de Sánchez.

A ver si va a ser eso lo que tanto molesta al ministro de Justicia. Porque quien decide quién colabora o quién no colabora con la Justicia, aunque por lo visto a él le gustaría, no es el ministro de Justicia. Vamos, no lo es, por lo menos de momento.