"¿Se puede afirmar que somos un referente económico mundial cuando dos de cada diez familias están en riesgo de exclusión social?"

¿Somos de verdad un referente económico mundial a día de hoy? ¿Podemos presumir de la brillantez de la economía española? Porque esas son dos frases que, afirmándolas con mucha pasión y entre proclamas, se han pronunciado este fin de semana en el Congreso del Partido Socialista.

Es cierto que en los grandes números, en la macroeconomía, las cosas marchan mejor ahora en España que la macroeconomía de algunos de los países de nuestro entorno. ¿Pero realmente se puede afirmar que somos un referente económico mundial cuando en casi dos de cada diez hogares se vive tan en el extremo como que esas familias están en riesgo de exclusión social, como ha puesto de manifiesto hoy ese informe FOESSA de Cáritas?

¿De verdad se puede decir, como proclama un día sí y casi otro también la vicepresidenta Yolanda Díaz, que la calidad del empleo ya no es un problema en este país porque ella ha subido el salario mínimo interprofesional? ¿Se puede afirmar con tal rotundidad cuando la realidad es que en estos últimos seis años lo que ha ocurrido es que se ha multiplicado por tres el número de familias en las que a pesar de tener un empleo se encuentran en riesgo de exclusión porque ese empleo no da?

Naturalmente, este Gobierno no es el único responsable de todos esos problemas. Algunos de esos problemas son estructurales, como ya ponía de manifiesto este mismo informe de Cáritas cuando gobernaba el Partido Popular, por cierto, para el mismo enfado del Gobierno de entonces como para el de ahora.

Pero la pregunta es, ¿desde la Dolce Vita de la Moncloa o desde ese ¿y si somos los mejores bueno y qué? de un Congreso de un partido, de verdad nadie piensa en cómo sentarán esas muestras de triunfalismo o de negación de la realidad en esas familias, dos de cada diez, en las que no es que tengan que prescindir de poner la calefacción a fin de mes ahora que estamos en invierno, sino que ya llegar a fin de mes es un sueño inalcanzable. ¿Nadie piensa en ellos? No iban a dejar a nadie atrás, decían.