"Lo que Bolaños nos ha dicho hoy es que han colocado a Tezanos o a Escrivá para seguir gobernando"

José Luis Pérez, presentador de 'TRECE Al Día', sobre los motivos por los que el ministro Bolaños defiende nombrar a personas afines al PSOE para dirigir instituciones públicas

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Al ministro Bolaños le han preguntado hoy en el Congreso por qué el Gobierno, entre las muchas personas a las que puede elegir para poner al frente de las instituciones públicas, siempre elige a un miembro del Gobierno o a un dirigente del Partido Socialista. Desde el Banco de España hasta el CIS, o desde RTVE hasta el Tribunal Constitucional. En todos los casos, no solo gente afín, no solo gente de confianza, en todos los casos colocan a los ministros salientes o a dirigentes del PSOE.

Lo cierto es que al ministro Bolaños no se le puede reprochar que no haya dicho la verdad. A lo mejor solo porque se le ha escapado lo que de verdad piensa, pero el caso es que esta es la respuesta que ha dado Bolaños cuando le reprochaban la colonización de los organismos del Estado: “Llevan fatal que hoy haya en España un gobierno progresista y por supuesto que nombra a personas progresistas de prestigio, de autoridad, idóneos para los puestos, para seguir gobernando España y para que sigamos avanzando tres años más”.

“Para” seguir gobernando España. Podría haber dicho “porque” gobernamos España o “desde” que gobernamos España, por ejemplo, pero el ministro ha empleado o el subconsciente ha hecho que se le escapara la preposición “para”. Preposición, dice la Real Academia, que denota el fin o el término a que se encamina una acción. O explicado de otra manera que seguramente se entiende mejor. Lo que Bolaños nos ha dicho hoy es que han colocado, por ejemplo, a Tezanos en el CIS para seguir gobernando, que han colocado a Escrivá en el Banco de España para gobernar tres años más, que han colocado en el Constitucional a Pumpido para poder seguir gobernando o que por supuesto el objeto de que una militante socialista presida RTVE no es otra que trabajar para que puedan seguir gobernando tres años más.

No se puede decir que Bolaños haya puesto la careta con esa respuesta. También es verdad que qué necesidad iba a tener de hacerlo si su jefe va diciendo, lo dijo el sábado y todavía no ha rectificado, va diciendo que no tiene necesidad ninguna del concurso del Legislativo. De manera que visto así bastante ha hecho Bolaños contestando a la pregunta en el Congreso.

Debate entre Donald Trump y Kamala Harris

El ministro de Justicia, también se ha referido, aunque reconoce que en esto habla de oídas, al debate que han mantenido esta madrugada los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump. Lo ha hecho en estos términos: “No, no lo he visto, pero he escuchado en la radio y he leído que Kamala Harris, en fin, le ha dado un baño a Trump, así que nos alegramos mucho. Es bueno para el mundo que gane Kamala Harris”. Es cierto que la candidata demócrata en esas elecciones ha conseguido que el debate pareciera más propio del año 2020 que de este 2024 porque buena parte de ese debate se ha centrado más en señalar los errores, que los hubo y muchos, en la administración Trump y se han centrado más en eso que en señalar las propuestas para solucionar los también muchos problemas que deja la administración de la que ella es vicepresidenta. Así que ese era el mejor escenario para Harris, que lo ha aprovechado, entre otras cosas, porque también ha dado la sensación de haber preparado mucho mejor el debate que un Trump que seguramente ha pecado de soberbia y ha pecado de excesiva confianza.

Así que sí, Kamala Harris ha ganado el debate, pero las encuestas siguen reflejando un empate entre los dos candidatos. Apenas hay un punto de ventaja en el cómputo general para Harris y solo un par de décimas en los estados que realmente deciden esas elecciones en Estados Unidos. Aun así el entusiasmo es cierto que se ha disparado en el partido demócrata en Estados Unidos. Será mejor que no les llegue hasta su cuartel central en Washington que el Gobierno español apoyó con ese mismo entusiasmo que a ella a los candidatos que perdieron frente a Meloni en Italia o frente a Milei en Argentina, aunque solo fuera por aquello del mal fario.