"En España estamos huérfanos de un verdadero liderazgo político"

José Luis Pérez, director de 'TRECE Al Día', sostiene que España es un "Estado poderosísimo", pero cuyas herramientas están en manos de "quienes no son capaces de utilizarlas para ayudar"

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No parece precisamente aventurado decir a estas alturas que la gestión de la catástrofe de la riada en Valencia muestra, entre otras muchas cosas, que en España estamos huérfanos de un verdadero liderazgo político y que lo estamos, además, en el momento en el que resultaba más necesario. Un liderazgo político ausente en España que necesariamente se debería asentar en ciertos principios básicos y fundamentalmente orientados al bien común, al bien de todos.

Claro, si hablamos de principios en el liderazgo político, tendremos que empezar por hacer un repaso de cuáles han sido aquellos principios de los que ha presumido el presidente Sánchez en sus seis años en la Moncloa. Y el propio Sánchez ha hablado, por ejemplo, de “hacer de la necesidad virtud”. Ha asegurado que para él “el fin justifica los medios” y también, por supuesto, la versión más reciente y cruel “quien esté en una situación extrema si necesita más recursos que los pida”. Como comprenderán a esta pregunta de cuáles son los principios básicos, mínimos, con los que se puede liderar un país, han respondido a esa pregunta muchos dirigentes, muchos intelectuales. Para el caso que nos ocupa yo me quedo con la versión de un socialista para quien la política sin consciencia tiende hacia la criminalidad. Alguien que decía que entendía la política como un acto de pragmatismo por el bien de los fines morales. Y lo dijo, no fue un socialista español ni de este tiempo, quien lo dijo fue el canciller alemán Helmut Schmidt. ¿Qué fines morales puede perseguir ese “si necesitan más recursos que los pidan”?

Ahora, la total ausencia de liderazgo político es el reflejo de un Estado fallido. Hay voces que sostienen que sí, que lo que estamos viendo estos días en la gestión de la catástrofe de Valencia es el resultado de un Estado fallido. Sinceramente, yo no lo creo, es más, no cometamos el error tan repetido en nuestra historia de denigrarnos todos por la incapacidad de unos pocos. España en realidad es un Estado poderosísimo, que cuenta con herramientas como para haber afrontado nuestra mayor desgracia natural, que es de lo que estamos hablando, para haberlo afrontado en mejores condiciones.

Otra cosa distinta es que esas herramientas estén en manos de quienes no son capaces de utilizarlas, ni siquiera para lo más básico, que es para ayudar. O casi incluso hasta peor, que durante mucho tiempo hayan utilizado parte de esas herramientas para dividirnos, para enfrentarnos y para levantar muros en aras de un interés electoral, que eso también explica en parte lo que ocurrió este domingo en Paiporta. Desde el pasado jueves lleva el rey pidiendo a esos responsables políticos unidad. A la vista está el caso que le han hecho. Y aun así ha sido él quien ha puesto la cara en lo que ha sido, con mucho, el mayor ejemplo de ese liderazgo, pensando en el bien común al que todos los demás parecen haber renunciado".