"Si esto es la regeneración democrática de Sánchez, entonces 'regenerar' no es la palabra"

José Luis Pérez, director de 'TRECE Al Día', trata de entender cuál es el sentido del plan de Pedro Sánchez sobre el control a los medios si, como sostiene, es la misma medida que se vota en el Parlamento Europeo

- 2 MIN

      
      
             
      

Entre los muy escasos detalles que el presidente Sánchez ha dado de ese plan que él llama de regeneración democrática para controlar a los medios de comunicación, entre esos escasos detalles yo creo que hay uno que llama la atención, porque el presidente dice que la oposición votará a favor de algunas de las medidas, porque están votando a favor, dice él, de esas mismas medidas, no aquí, sino en el Parlamento Europeo, así lo decía el presidente: “No se entendería que en Estrasburgo aprueben unas cosas y luego aquí, en el Congreso de los Diputados, voten en contra de esas mismas cuestiones. Bueno, en fin, es una forma de hablar, ya me entendéis”.

Digo que llama la atención porque si lo que sostiene Sánchez, que va a aprobar mañana el Consejo de Ministros en España, es lo mismo que ya está tramitando el Parlamento Europeo, entonces ¿qué necesidad? ¿Para qué lo presenta? ¿No será para dividir? Porque si, como ha dicho hoy Sánchez, en lo que está pensando él es exactamente lo mismo que piensan en el Parlamento Europeo, entonces bastaría con trasponer la legislación europea. No hace falta ni anuncio ni que pase por el Consejo de Ministros. A ver si lo que tiene Sánchez en la cabeza no va a ser exactamente lo mismo que se está tramitando en Bruselas.

De manera que, visto que no tiene demasiado sentido anunciar una pretendida nueva legislación que ya se extraería tramitando en la Unión Europea, vamos entonces a preguntarnos cuál es la regeneración democrática en la que podría estar pensando el presidente Sánchez. Y a falta de detalles, tendremos que aplicar el bíblico “por sus hechos, los conoceréis”. ¿La regeneración democrática de la que habla el presidente es la de gobernar sin el concurso del Congreso, y la regeneración democrática con más libertad para los medios es colocar al frente de Radiotelevisión Española, de la agencia EFE, del CIS, a dirigentes todos del mismo partido? ¿Es regeneración democrática no responder, como hoy sin ir más lejos, a los periodistas? ¿La regeneración democrática de Sánchez pasa por espiar a periodistas y a jueces que investiguen presuntos casos de corrupción que afecten al partido del Gobierno? ¿O es pedir que se reconozca, como hizo el Gobierno, la victoria de un dictador en las elecciones que acaba de amañar? ¿Esa es la regeneración democrática? Porque entonces, regenerar, a lo mejor, no es la palabra.