"Hay que ser muy torpe para hacer una campaña donde se canta que en transporte público llegas en un rato"
José Luis Pérez, presentador de 'TRECE Al Día', recuerda a Pedro Sánchez por qué su nueva campaña para fomentar el uso del transporte público no llega en un buen momento
- 2 MIN
Si al menos, de un tiempo a esta parte, la mentira da la sensación de que ha dejado de penalizar en política, imagínense lo que penaliza la mentira en la publicidad política. Porque el vídeo del que les hablaba anoche, ese en el que se usa la frase de los Lamborghini que empleó Sánchez como eslogan y se utiliza supuestamente para promocionar el transporte público, eso en realidad no es, si nos ponemos puristas, no es publicidad institucional, es publicidad política.
Pero el caso es que hay que ser muy atrevido, muy atrevido o muy torpe para hacer, precisamente en este momento, una campaña en la que le haces cantar a un tipo que en transporte público llegas en un rato. ¡Hágame el favor de definir rato! ¿Qué es un rato para el Gobierno, para ese gobierno que con tantas risas presentaba la campaña? ¿Qué es un rato?
¿Un rato son las cuatro horas de retraso que han tenido que tragar hoy cientos de usuarios del AVE entre Madrid y Andalucía? ¿Un rato es llegar a las tres de la mañana a La Rioja, a Logroño, tras pasar varias horas tirado en las vías del tren en medio de la nada? ¿O un rato son las diez horas de retraso de aglomeraciones en la estación de Sants en Barcelona desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde hoy mismo? “En transporte público llegas en un rato”, canta la publicidad que tanta gracia le hacía ayer al presidente. Hombre, ya que no lo han hecho con el dinero público, el sarcasmo, eso sí, se lo podían haber ahorrado.
Es que no andan muy finos los escribas de los argumentos del Gobierno en los últimos días, la verdad. Si presumir en una campaña de la supuesta rapidez del transporte público, precisamente ahora, cuando hay más problemas que nunca, es una temeridad previsible. ¿Qué me dicen de culpar a la oposición en España de las amenazas de Maduro? Ese argumento, además de lo que tiene en buena medida de indecente, ese argumento se viene abajo si a un dictador una ministra del Gobierno le llama dictador y el dictador se comporta como un dictador. En ese caso lo que ocurre es que te deja con las vergüenzas diplomáticas completamente al aire. Con una mayoría parlamentaria escuálida, al gabinete de Sánchez gobernar lo que se dice gobernar, le cuesta, le cuesta sacar adelante una sola iniciativa. Ahora, meter la pata no tanto, meter la pata a diario.