"Hay que ver la mala suerte que tienen los ingleses, los franceses o los alemanes, por no tener a un presidente como Pedro Sánchez"

Hay que ver la mala suerte que tienen los ingleses, los franceses o los alemanes, por no disponer de un presidente como Pedro Sánchez. Ya saben que nuestro presidente se ha ido hoy lo suficientemente lejos, hasta Finlandia, para decir desde allí que España, él entiende que ya está preparada para asumir el necesario incremento en el gasto militar. Además, el fin de semana, en un mitin de su partido, ya había dicho que no se trata de comprar más tanques, sino que se trata de garantizar nuestra seguridad porque hay muchos ciberataques.

Ayer a Yolanda Díaz le prometió que, por supuesto, todo lo que haya que poner de más en ese incremento del gasto militar no va a suponer, le decía ayer, al parecer, a Yolanda Díaz, que eso no va a suponer en España ningún recorte en el gasto social. Hasta ahí podíamos llegar. Pero con Sánchez en la Moncloa no hay de qué preocuparse. Porque por mucho que digan por ahí que el riesgo de una guerra es real, él, nuestro presidente, nos promete que vamos a tener más dinero, que vamos a invertir más en defensa, que vamos a estar muchísimo más seguros y, además, que a nosotros todo eso nos va a salir gratis porque lo van a pagar los demás. ¿Normal que no quiera compartir con nadie cómo va a hacerlo? ¿Qué necesidad de dar explicaciones a los españoles cuando todo es tan sencillo y el futuro está pintado tan de color de rosa?

¿Por qué no querrán que nuestro presidente haga como un Starmer cualquiera? ¿A quién se le ocurre hacer como el primer ministro inglés que no ha tenido mejor idea que ir a su parlamento a contarles a sus ciudadanos que lo de Putin va en serio, que hay que protegerse, que eso cuesta dinero y que el dinero tiene que salir de algún sitio y que como tiene que salir de algún lado, eso les dijo a los ingleses su primer ministro, que como el dinero tiene que salir de algún sitio se veía obligado a anunciar recortes, recortes también en el gasto social? Y les dijo más, les dijo a los ingleses que iba a tomar decisiones impopulares, incluyendo, por ejemplo, el recorte en las prestaciones más altas de jubilación. Oigan, y eso pudiéndolo hacer gratis, que es como dice Sánchez que lo va a hacer en España.

Bueno, ¿y qué me dicen del francés? Pues no va Macron el otro día y sale por la televisión para decirle a los franceses que hay que hacer un ajuste en su país, un ajuste de 60.000 millones de euros y que eso va a suponer necesariamente, decía Macron, un esfuerzo colectivo que les pedía a sus ciudadanos y que prepara una supresión de funcionarios, de profesores, un recorte de los presupuestos de varios ministerios, el de Deporte, el de Justicia. Les decía Macron a los franceses que se verá obligado, por esa situación internacional, a subir los impuestos a las familias o a las empresas. Todo eso, decía Macron, por si a Putin a lo mejor no solo se le puede parar con palabras.

Pero si es que hasta el próximo canciller alemán, incluso en unas elecciones, les ha dicho a los alemanes, a sus conciudadanos, que como hay que sacar más dinero para defensa porque la cosa se pone cruda, pues va a tener que hacer una reforma integral del sistema de ayudas sociales en su país o les va a pedir a quienes estén a punto de jubilarse en Alemania que trabajen un poco más. Porque la necesidad obliga.

Pero qué necesidad de decirles a sus ciudadanos que viene una época en la que nos vamos a ver obligados a hacer sacrificios como han hecho el primer ministro inglés, el presidente francés o el canciller alemán. Qué necesidad, con lo fácil que lo hace Sánchez. Pero no pensarán que nuestro presidente nos está mintiendo con el incremento del gasto militar. Si en la Moncloa y en su universo decir una cosa y hacer la contraria no es mentir, sino cambiar de opinión, no irán a pensar que mentir es, yo qué sé, ocultar la realidad.