"No es verdad que el presidente Sánchez nunca cumpla sus promesas, hay dos que está cumpliendo a rajatabla"

José Luis Pérez, director de 'TRECE Al Día', desvela las dos cuestiones con las que el presidente del Gobierno se comprometió en un pasado y que, a día de hoy, se mantiene firme en sus palabras

- 3 MIN

Pues no es verdad que el presidente Sánchez nunca cumpla sus promesas, no es verdad. No es verdad porque hay dos promesas, quizá las dos únicas, pero hay dos promesas del presidente Sánchez que esas dos las está cumpliendo a rajatabla. La primera de esas promesas la hizo nada más llegar a la Moncloa. En una entrevista para el periódico italiano El Corriere della Sera, el entonces recién estrenado presidente, tras la moción de censura, prometió ya que nunca jamás llegaría a un acuerdo importante con el Partido Popular. Entonces el periodista italiano le preguntaba en concreto por una propuesta que hacía quien entonces era presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. El presidente del Partido Popular de Galicia, Feijóo, argumenta que una gran coalición como en Alemania no estaría mal para España. ¿Qué responde? Esa era en concreto la pregunta entonces que le hacía el periodista italiano a aquel Sánchez casi recién llegado a la Moncloa. La respuesta de Sánchez, que es una de esas pocas promesas que ha cumplido, pues la respuesta fue que no se había siquiera planteado un acuerdo de ese tipo con el Partido Popular. ¿Y saben por qué? ¿Qué le dijo entonces al periodista italiano? Pues que no se lo había planteado porque el partido socialista griego había desaparecido, según Sánchez, por pactar con la derecha de su país. Es decir, eso es tanto como anteponer el interés del partido, antes que plantearse siquiera el interés general. Pero era una promesa y la está cumpliendo. Ni un solo acuerdo importante con el Partido Popular con Sánchez en la Moncloa.

¿Cuál es la otra promesa que ha hecho Sánchez y que también estos días está demostrando que quiere cumplir? La de estar dispuesto a gobernar incluso sin el concurso del Parlamento. Solo así se explica que unas horas antes de reunirse con el líder de la oposición y primer partido en el Congreso tras ganar las últimas elecciones, Sánchez desdeñe su apoyo y deslice que está dispuesto a buscar otras fórmulas para conseguir aumentar el gasto militar, en lo que le han fallado parte de su gobierno y casi todos sus socios de investidura.

Para llegar al incremento que nos exigen nuestros socios, y no solo nuestros socios, que nos exigen la situación internacional, el presupuesto, la inversión en cuestiones militares, tiene que aumentar el equivalente al presupuesto de los ministerios de Sanidad, de Educación y de Ciencia juntos. ¿Y Sánchez de verdad está dispuesto a hacerlo a espaldas del Parlamento? Nueva calidad democrática, le llaman. Porque, de momento, su vicepresidenta y socia de gobierno ya ha dicho que para ella el incremento de la inversión en el gasto militar no es la solución. Aunque en realidad ella, Yolanda Díaz, la ha dado tantas vueltas que los periodistas han tenido que repreguntar hasta en tres ocasiones cuál era su postura y, por cierto, sin demasiado éxito en ninguna de las tres. En el fondo sería mucho más sencillo de lo que ha planteado Yolanda Díaz. Si para ella es tan equivocado que su gobierno eleve el gasto militar, ¿se va a oponer de verdad a esa decisión? ¿Va a tomar su gobierno esa decisión en contra del criterio de Yolanda Díaz? No hace falta darle tantas vueltas como le ha querido dar la vicepresidenta en sus no respuestas a los periodistas. Por ejemplo, la ministra del gobierno británico, que no estaba de acuerdo con esa política, hoy ha respondido mucho más fácil. Ella, en el Reino Unido, dimitió de su cargo. Sería fácil, sobre todo cuando también ellos habían prometido que no llegaban al gobierno solo para ocupar las poltronas.