Con qué frecuencia deberías lavar la toalla de la ducha y cómo hay que colgarla en el baño para evitar que proliferen gérmenes

José Antonio López Guerrero, catedrático de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid, explica las diferencias entre las toallas de uso personal, las del gimnasio o piscina y las que se comparten en casa

Redacción TRECE

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¿Cada cuánto lavas las toallas? Lo más común es lavarlas una vez por semana, pero hay quien tarda más en poner una lavadora con estos tejidos. Un estudio reciente revela que las toallas de baño hay que lavarlas cada dos días; y la del gimnasio y la de la piscina, después de cada uso. ¿Por qué? Y si no haces, ¿qué sucede?


José Antonio López Guerrero, catedrático de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid, ha resuelto en ‘TRECE Al Día’ todas las dudas que se te pueden plantear. El experto distingue entre tres circunstancias que se pueden dar. En primer lugar, “no es lo mismo una toalla que utilizamos nosotros únicamente en nuestra higiene personal, que después de ducharnos, ya limpios, nos secamos”. Esta toalla se podría reutilizar, pero, “siempre y cuando luego garantizáramos que esa toalla se seca correctamente”.

Asegúrate de que tu toalla de ducha se seca

“Si dejamos una toalla húmeda en nuestro baño, con la temperatura que tenemos en casa, esa toalla húmeda sí puede hacer que proliferen algunos gérmenes”. El experto advierte que, el no hacer esto correctamente, hace que proliferen “virus, bacterias o podría incluso hongos”, además de correr más riesgo de “contaminaciones orofecales”.

El catedrático en Microbiología explica que él se ducha “varias veces con la misma toalla, y lo que hago es que garantizo que se seque al aire, es decir, no la dejo arrugada, colgada, para que esté varios días con esa humedad y esa temperatura”. “Y, eso sí, cada dos o tres usos, recomendaría lavarla”, aconseja. Por ello, lo mejor es extenderla en un lugar abierto donde pueda secarse, al igual que hacemos con la ropa en el tendedero, por ejemplo.


La toalla del gimnasio, directa a la lavadora

En segundo lugar, nos encontramos las toallas que utilizamos fuera de casa, como la de la piscina o la del gimnasio. En este caso, José Antonio es tajante en cómo se debe proceder: “Si utilizas la toalla para ponerla encima de las máquinas donde te sientas para hacer los ejercicios, lógicamente, ahí ya estamos entrando en contacto con posibles contaminantes de personas que no conocemos, y yo recomendaría un lavado directamente”.

Y, en tercer lugar, están las toallas que se comparten en casa. Estas son, por ejemplo, las toallas de manos. En estos casos, los riesgos son tan altos que el experto “directamente recomendaría no compartir toallas entre personas”.