Mateo González, "Vivos en el recuerdo": "Hasta el final pensamos que íbamos a volver con mi padre a casa"

Miles de historias quedarán para siempre en nuestro recuerdo estos días. Historias de dolor y pérdida, pero también de cariño y emoción. Son aquellas que se han recogido en COPE.es dentro de "Vivos en el recuerdo". En Fuera de Foco, recogemos dos de ellas, la de Dolores y la de Joaquín.

Comenzamos hablando de Dolores, la madre del fotógrafo del diario ABC Ángel de Antonio, que con la imagen de dos bomberos aplaudiendo desde una grúa quiso rendir homenaje a todos, los que como su madre, se han marchado en esta pandemia. Ángel explica en "TRECE al día" que en su caso "sí pude despedirme de mi madre, pude enterrarla en el pueblo y eso me dio mucha paz para seguir mi día a día". Ángel señala que nunca pensó que la imagen iba a ser tan icónica. "Tenía claro que no queria hacer drama, el drama ya lo estábamos viviendo en cifras todos los días. Decidí buscar lo positivo, y salí a hacer fotos de ese Madrid vacío".

Ángel añade "salimos mi compañero Pablo Mudarra y yo a hacer fotos con los bomberos, y esa tarde queríamos hacer los aplausos. Cuando fuimos a conocer al jefe de bomberos descubrimos esta vista y le pedimos si era posible utilizar una escalera para una de las fotos. Quise que la foto fuera un homenaje para mi madre y nunca pensé que llegaría a esto". Antonio recuerda que "mi madre era una mujer muy alegre, en cuanto oía música se le pasaban todos los dolores. Ella siempre daba todo por los demás, a expensas de ella y así fue hasta el final. Lo único que hice fue mirar al cielo, sonreír y dejarla marchar".

La segunda historia es la de Joaquín, padre de Mateo González, locutor de MegaStar. "En nuestro caso, sí nos pudimos despedir porque nos permitieron estar en el hospital desde el día 1, uno a uno, con todas las medidas de seguridad. Mi padre estuvo luchando casi un mes y todos los días estuvimos con él. Eso es un alivio para la famila, al menos sentir que no se fue solo".

Mateo explica que "durante la primera semana, antes de que se decretara el estado de alarma, nosotros estábamos viviendo nuestra realidad, y cuando salíamos del hospital nos encontrábamos con la gente en las terrazas, los niños en los parques y era como una doble realidad al pensar el tsunami que se nos venía encima, y no éramos conscientes". Mateo añade que "en mi familia enfermó todo el mundo, porque justo antes celebramos un cumpleaños, éramos 10 y todos, menos mi pareja y yo se contagiaron. Mi madre estuvo ingresada en el mismo Hospital que mi padre, y la situación nos desbordó tanto que no te lo llegas a creer. Mi padre era muy optimista y yo creo que él pensaba que iba a salir, y eso nos lo contagió a nosotros. Por eso, hasta muy al final siempre pensábamos que íbamos a volvernos todos a casa".