Paqui, madre del guardia civil asesinado en Barbate: "Nadie del Gobierno me ha dado el pésame, ni cuando pasó ni en todo el año"

La madre de Miguel Ángel González sigue denunciando las condiciones en las que trabajan, un año después de la tragedia, los agentes de la Guardia Civil: "Está peor, no entiendo por qué no ponen medios"

Redacción TRECE

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Se cumple un año del asesinato de dos guardias civiles que murieron en el puerto de Barbate al ser arrollados por una narcolancha. Miguel Ángel González y David Pérez Carracedo han sido recordados este domingo en un emotivo homenaje en el lugar en el que sucedieron los hechos. Sus familiares y compañeros luchan por conseguir que sus muertes no sean en vano, se haga justicia y se dote de más medios a la lucha contra el narco en la zona.

Un año de lucha por los que todavía están

Paqui Gómez, la madre de Miguel Ángel González, a pesar de estar atravesando unos días duros por el aniversario de su pérdida, sacaba fuerzas de flaqueza para estar en TRECE y denunciar que las condiciones en las que siguen trabajando los agentes apenas han cambiado un año después: “No ha cambiado nada, yo creo que está peor, porque trajeron una lancha al poco tiempo de pasar lo de mi hijo, compraron una lancha y la lancha ya está en reparación. ¿Cómo se defiende la Guardia Civil? No lo entiendo. Contra esas lanchas que tienen los narcos, que están prohibidas que naveguen, pero ellos han perdido totalmente el respeto a la Guardia Civil, totalmente”.


“No lo entiendo, no me cabe en la cabeza que el Gobierno no haga nada”, lamentaba. “Y después de lo que ha pasado con mi hijo, yo pensé y pedí que, por favor, que a los compañeros que están, porque por mi hijo ya no se puede hacer nada, pero por sus compañeros, que nadie vuelva a pasar por lo que estoy pasando yo, ni una madre, ni una viuda, ni un hijo, nadie. Y deberían de poner los medios, deberían, pero no sé por qué no lo ponen, no lo entiendo”.

“Mi hijo no estaba allí por gusto”

La madre de Miguel Ángel González denuncia que el asesinato de su hijo se ha “politizado”: “Yo estoy muy indignada con el Gobierno, porque a mí me han quitado a mi hijo, lo más grande que yo tenía. En el momento que le dieron la orden, ya estaba allí. Él no estaba allí por gusto. Y yo lo que reivindico ahora mismo es que el que dio la orden que lo pague, que se presente y diga, yo soy responsable de haber dado la orden, porque mi hijo no estaba allí por gusto. Mi hijo estaba porque le dieron una orden. Le dieron una orden y él la cumplió, como buen guardia civil”.

La dura realidad de cómo tienen que seguir trabajando los compañeros de su hijo en la Guardia Civil, es muy diferente a las promesas que en aquellos días de hace un año le hacían los políticos: “El día que mi hijo me lo asesinaron, por la mañana estuvo el Marlaska en la zona de Cádiz, diciendo que estaba todo controlado, que había efectivos para hacer frente a los narcos, y por la tarde pasó eso. Desde las tres de la tarde, mi hijo estaba esperando órdenes de salir, con la zódiac que salieron, que para mí era un flotador. Y los mandaron a seis guardias civiles en una zódiac, que casi no podía la zódiac con los seis. Y, bueno, al primero que le dieron fue a mi hijo, porque iba delante, le partieron el casco y le dio un golpe en la cabeza. Me lo tiraron al agua”.

Sin noticias del Gobierno

Ni cuando pasó, ni en todo el año”, así describe Paqui las veces que algún miembro del Gobierno se ha puesto en contacto con ella para darle el pésame. “Yo recibí solamente una llamada de teléfono de Abascal, que me dio el pésame y me dijo que, para lo que me hiciera falta, me dio su teléfono. Luego en COPE, por la mañana, hablé con Herrera y le dije que me había dado también el pésame Moreno. Porque Moreno se enteró de que Abascal me había llamado y me llamó también. Pero él me llamó la secretaria. Y, bueno, a mí nadie me ha dado pésame”.

“El presidente del Gobierno estaba en los Goya, como ya sabéis, y allí también estaban los Goya. Y no ha tenido ninguna palabra para mí, para mi familia, para nadie. Me duele mucho decir que él, cuando murió un etarra, le dio el pésame a la familia”, lamenta. “Y yo no creo que un etarra sea más que un guardia civil”.

Aunque por su hijo ya solo puede tratar de que se haga justicia, quiere dejar claro que “a sus compañeros, a los que están, que les pongan los medios, que no vuelva a pasar a nadie lo que estoy pasando yo. Nadie. No es justo, no es justo. Porque ellos son unos trabajadores y están haciendo su trabajo. Y no quiero que una madre salga su hijo por la puerta y no sepa si va a regresar. Y esa incertidumbre la tienen todas las madres, todas las mujeres y todos los hijos de los guardias civiles”.