¿Debe ser obligatoria la mascarilla en el transporte público? Daniel López Acuña y César Nombela debaten

El epidemiólogo y el catedrático en Microbiología debaten sobre las posibles consecuencias de retirar la mascarilla en el transporte público y su obligatoriedad

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La presión por el final del uso obligatorio de las mascarillas en el transporte público va en aumento. A las empresas del sector se unen las peticiones para su retirada de varias Comunidades Autónomas como Madrid o Cataluña sin que Sanidad mueva ficha. Han pasado cinco meses desde que se eliminó en otros espacios interiores y la incidencia ha caído drásticamente, pero la Ponencia de Alertas sigue estudiando la cuestión.

En TRECE, dos expertos han debatido sobre si es positivo o negativo abandonar la mascarilla en el transporte público. Daniel López Acuña, epidemiólogo, se posiciona en contra: Es absolutamente recomendable que mantengamos la obligatoriedad de la mascarilla en los trasportes públicos y es los establecimientos públicos y sanitarios. Tenemos que tener mucha cautela con repuntes de Covid que se pueden producir generando una octava ola en una temporada de otoño en la que hay más actividades en interiores y más riesgo de contagio. El suprimir la mascarilla en trasportes públicos únicamente va a dar lugar a más contagio de Covid y de gripe estacional. La mascarilla nos protege individualmente y a los demás y es importante no cometer la insensatez de suprimir su obligatoriedad”.

Por su parte, César Nombela, catedrático en microbiología, considera que la mejor opción es dejarlo en manos de cada usuario: “Tuvimos un último pico de onda epidémica a principios de julio y ha decaído. Mi criterio es llevar siempre la mascarilla, yo siempre la llevo. Hay que ejercer una responsabilidad personal. Si soy partidario de que en los centros sanitarios se siga exigiendo, pero en muchos transportes públicos en los que hay renovación de aire continua no soy partidario de establecer una obligatoriedad total. Es cierto que vamos hacia un otoño donde el contagio es mayor, pero al final nunca hemos llevado mascarilla para prevenir la gripe. Me parece que estamos en una época en que cada cual tiene que tener un criterio mayor. La obligatoriedad no la impondría en todos los casos”.

Daniel López Acuña considera “que debemos actuar con toda la cautela del mundo porque la eficacia de la vacuna ha disminuido y hay 15 millones de personas en España que no han recibido la tercera dosis. Estamos empezando a vacunar contra la gripe estacional y de la cuarta dosis, pero esto tardará en generar la protección inmunológica. Yo no dejaría las cosas a la libertad individual en los transportes públicos porque va a ser la mejor medida preventiva ante un escenario que nos va a llevar a repuntes. Yo siempre llevo la mascarilla y debemos recomendar que se use en interiores y considerar en reintroducir la obligatoriedad. El hecho de que estemos cansados de la pandemia no debe hacer que la declaremos como inexistente”.

Para concluir, César Nombela sostiene la idea de que deje de ser obligatorio: “La mascarilla protege. Las vacunas no han disminuido su eficacia, es que no tienen eficacia completa porque no impiden el contagio. Establecer un criterio de que en espacios mal ventilados hay que llevarla me parece bien, pero en espacios bien ventilados no creo que haya que establecerla con carácter obligatorio. La pandemia no se ha ido, pero las cosas están más controladas y creo que es muy importante la educación sanitaria y a estas alturas estamos todos muy informados como para protegernos adecuadamente”.