De víctima de usura a perseguir a los prestamistas: “Llegué a empeñar mi anillo de boda para poder comer”

Raúl llegó a perder su empresa, sus vehículos y hasta su vivienda "por tener un exceso de tarjetas de crédito" y susfrir una estafa y, ahora, asesora a las víctimas de usura

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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De ser un empresario a verse en la ruina. El protagonista de esta historia llegó a perder su casa e, incluso, a vivir en un almacén y todo después de haber pedido un crédito. Un día, descubrió que podía ganar en los tribunales y hoy se dedica a ayudar a otras víctimas de usura.

Raúl Castañeda ha estado en TRECE para explicar qué le sucedió: “Como todo joven empresario, tenía una ambición para hacer crecer mi empresa y llegué a tener cinco oficinas con 131 empleados. Nuestros clientes nos compraban a través de un crédito que se lo facilitaba, una empresa muy conocida en España y, a nosotros nos restaban un 10% y, después de sufrir una estafa, no nos devolvieron ese dinero a los 5 años”.

Esta víctima de usura explica cómo llegó a arruinarse en dos ocasiones: “La primera fue por tener un exceso de tarjetas de crédito porque siempre pensaba que esas pequeñas cuotas no iban a desestabilizar mi economía, pero llegué a vivir en un almacén, me embargaron los vehículos… mi mujer, mi hija y yo llegamos a vivir en un remolque, durmiendo en uno de los colchones que yo vendía, durante seis meses. Llegué a empeñar mi anillo de boda porque no sabíamos qué más vender para poder comer”.

Un día, Raúl sospechó que los intereses tan altos de los bancos no podían ser legales y, ha día de hoy, “somos 55.000 clientes los que hemos reclamado y 6.000 de ellos ya han recuperado su dinero”.

¿En qué se amparan las empresas crediticias para realizar estos fraudes?: “Saben que 10 personas que adquieran un crédito usurario, máximo una persona, llegará a reclamar… bien porque tenga el conocimiento o los medios. Aunque haya 3 personas que reclamen, de las 7 personas que no reclaman y que sí le aplican los intereses usurarios, es un negocio más que rentable para ellos”. Raúl Castañeda explica cómo lo hacen: “Hay chicos bien formados en los centros comerciales que siguen guiones y te motivan a adquirir unas tarjetas para hacer compras de Navidad, por ejemplo. Aquí hay una forma revolvente a la hora de devolver ese crédito y es una estafa por lo que todas las que se reclaman se ganan. Todo el interés que se ha estado pagando se devuelve al cliente y el cliente solo tiene que devolver el capital prestado”.

Ahora Raúl se dedica a ayudar a todos aquellos que han sido víctimas de usura: “Lo persigo por dos maneras. Tengo un despacho con servicio jurídico donde trabajo con grandes abogados para que se traslade la información y España entera pueda litigar. Cuando empecé aquí, compartía que me había arruinado y muchos se pusieron en contacto conmigo e, incluso, algunos de ellos ya no están entre nosotros porque han tomado una decisión errónea y esto me hizo coger fuerza para hacer vídeos e informar de qué manera puede eliminar sus deudas utilizando mecanismos legales que no están publicitados y, aunque existen, nadie te los dará gratuitos excepto nosotros”.

Dale al PLAY para escuchar la entrevista completa y todos los consejos.

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