Alfonso Olmo, sacerdote rural: "Los habitantes de la España despoblada nos piden que no les olvidemos"

Ana Medina conversa en 'TRECE te acompaña' con tres misioneras de Cáritas y un párroco rural que recorre la Sierra de Guadalajara

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Este miércoles, "TRECE te acompaña" se adentra en la España Vaciada para conocer cómo ha sido la incidencia de la pandemia de coronavirus en las zonas más despobladas de país. Para ello, Ana Medina conversa con tres misioneras de Caritas y con Alfonso Olmo, sacerdote rural de la zona de Sigüenza.

Hermila, Irasema y Candelaria son misioneras catequistas de los Sagrados Corazones de Jesús y María que atienden poblaciones de la Sierra Norte de Madrid. "Durante la pandemia, han sido tres los voluntarios que forman parte del equipo que recorren las 27 poblaciones que atienden. "Le llevamos la compra, tarjetas en el Día de la Madre, la tarea del colegio a aquellos que no tenían impresora o medios para hacer los deberes". Las religiosas señalan que la soledad de estos días les ha afectado mucho a algunas personas. "Tienen preocupación, estrés, por ver la vida de forma incierta, pero confían en que vendrán tiempos mejores", señala Candelaria, quien añade que Cáritas tiene un programa llamado "Cerca de ti" que permite que se comuniquen todos los días con las personas mayores y conversar sobre sus sentimientos, inquietudes y dudas. "A través de este medio les mostramos nuestro cariño, y ellos también nos preguntan a nosotras cómo nos sentimos".

Hermila explica la logística para llegar a 27 pueblos, "pasábamos el día en la carretera y hemos organizado diferentes rutas". La religiosa destaca que las personas a las que ayudan son muy agradecidas. "Muchos no tienen empleo y están faltos de recursos, ver que tienen una cesta de alimentos les hace sentirse valiosos y recuperar su dignidad. Toda la comida que repartimos es gracias a donaciones, mucha gente nos llama y nos pregunta qué necesitamos". La misionera destaca que ellos sienten mucha alegría, "un gozo que no pasa, ni pasará".

Junto a las tres religiosas, Ana Medina conversa con Alfonso Olmo, párroco de la zona de Sigüenza Guadalajara. "Seis de los pueblos que atiendo son de los más periféricos de esta Diócesis. En 200 kilómetros cuadrados, hay 60 ó 70 personas viviendo, repartidos en 6 pueblos". Alfonso señala que son gente muy buena, la mayoría gente mayor y explica que "la necesidad más grande que tienen es compartir con nosotros su tiempo y su vida. La soledad está muy presente y por eso, el sacerdote es un compañero. Yo me siento útil, me siento querido y eso es una alegría muy grande".

Sobre cómo ha sido su vida estos días, explica que "desgraciadamente estos días sólo he podido ir a celebrar entierros". Sin embargo, la obligación de la distancia sociales ha hecho que tengan que desarrollar la imaginación para crear una red de difusión y promover medidas por internet. En relación a cómo ve el futuro para estos lugares despoblados, señala que es "incierto, ellos nos piden que no les abandonemos. No podemos olvidar estos lugares porque la fe se tiene que seguir sembrando en todos los lugares, sean muchos o pocos los que estén, el Señor siempre está", concluye.