Así disfrutaban juntos de la radio David Gistau y Carlos Herrera

Este pasado domingo fallecía el periodista y columnista David Gistau a los 49 años. Además de su tribuna en el diario El Mundo, Gistau colaboraba en el programa de Carlos Herrera con su sección 'La Tablet', donde las historias pequeñas pero con significado eran las protagonistas. Durante aquellos momentos en el micrófono de Herrera, acompañado también por José Antonio Naranjo, María José Navarro y Goyo González, el columnista madrileño dejaba traslucir su ingenio, su aguda prosa y su humor impenitente.

En COPE.es hemos querido recopilar algunos momentos entrañables que David Gistau nos dejó en los estudios de esta casa.

Gistau estuvo muy ligado en los últimos años de su vida a COPE. El periodista fichó en 2015 por esta emisora como tertuliano de 'Herrera en COPE' para analizar con su maestría y formación privilegiada la actualidad política y social. Muy pronto se convirtió en una figura muy admirada y respetada por la audiencia que sigue cada mañana el programa dirigido por Carlos Herrera y su ausencia en estos dos últimos meses no ha pasado inadvertida para ellos. Durante este tiempo, el periodista ha estado librando una dura batalla contra la muerte que tristemente no ha podido superar.

COPE, que siempre aspira a sumar a las mejores voces del periodismo, le fichó también en 2015 para el programa 'El Partidazo de las 12', que entonces presentaba Joseba Larrañaga. Para Herrera, tener a Gistau en su programa matinal suponía “contar con una perspectiva que nadie más tenía en el periodismo español y muy necesaria para entender la actualidad en España”.

Gistau fue un brillante analista, una figura que se dejó la piel por el periodismo siendo corresponsal de guerra en Afganistán y un extraordinario narrador de historias a través de sus entrevistas y textos que ya forman parte de su legado. Sus intervenciones en COPE a lo largo de los últimos cinco años han dado muestra absoluta de su fe inquebrantable en el periodismo y de su capacidad innata de explicar la realidad a través de la palabra privilegiada de un profesional intachable.