Ana Obregón: por qué estudió Biología, su paso por Hollywood y la pérdida de sus dos grandes amores
La actriz y presentadora sigue recuperándose de la covid en casa y lamenta la ausencia este año en las Campanadas
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Ana Obregón ha conquistado no solo el corazón de los españoles sino también de otros rincones de este mundo por los que ha pasado la actriz y presentado a lo largo de su vida.
Y todo ello lo ha conseguido gracias a respetarse a sí misma y ser fiel a quien es, sin fingir o aparentar como bien nos cuenta en sus memorias ‘Así soy yo’. Su sencillez, alegría, desparpajo, ingenio, creatividad… y sobre todo sus despistes, con los que ha protagonizado grandes escenas en la televisión, han hecho que Ana Obregón sea considerada como una más de la familia.
Y es que a lo largo de su vida, podemos decir que Ana ha hecho de todo: estudiar Biología, películas, trabajar en series de televisión, presentadora de distintos programas de televisión, escribir, dirigir y producir series y un largo etcétera. Además, claro está, de casarse y tener un hijo, Aless, su gran amor, al que perdió el 14 de mayo de 2020, víctima de un cáncer tras varios años de lucha. Una dolorosa y triste pérdida para Obregón que, también, este 2021 que vamos a despedir perdió a su madre que falleció a los 95 años.
Ana tiene el corazón roto de por vida, pero aun así sigue luchando en esa batalla de seguir adelante con la vida a pesar de no tener a su hijo a su lado. Y muestra de ello, de ese querer aunque no pueda, fue cuando el pasado año volvía a aparecer en TVE, su casa, para presentar junto a Anne Igartiburu las campanadas de bienvenida al 2021. Un momento emotivo que muchos españoles vivieron junto a Obregón, acompañándolo en su año más doloroso. Recordaba Ana a su hijo esa noche y a todos los fallecidos por el covid ese maldito 2021.
De hecho, Obregón presentaba este año las campanadas. También junto a Igartiburu, pero finalmente no va ser posible pues este miércoles ella mismo comunicaba en sus redes sociales que había dado positivo por covid, por lo que no podía despedir el año con todos los españoles.
LA ENFERMEDAD QUE LE CONDICIONÓ A ESTUDIAR BIOLOGÍA
A principios del 2016, en el mes de enero, Ana Obregón recibía en su casa a Bertín Osborne para el programa de TVE1 ‘En la tuya o en la mía’.
Tras el reencuentro de los dos grandes amigos y tras ver el presentador una de las sorpresas que la actriz le tenía preparada para el programa, “te voy a poner a ti a hacer yoga y, además te voy a poner unas mallas”, le decía Obregón a un sorprendido Osborne que medio riendo le respondía “yo, me rompo por la mitad”.
Instantes después los vemos sentados en el sofá y es ahí, en uno de esos momentos de la charla cuando Ana confiesa que a los 13 años tuvo una enfermedad y que eso le llevó a estudiar Biología.
“Al principio no lo sabían, tenía 13 años y empecé a adelgazar. Un día pasé por el cuarto de mis padres y escuché a mi madre que decía “no me puedo creer que Anita esté mala y la tengan que operar”, así es como se enteró ella de lo que le pasaba.
“No me gusta contar esto, no me gusta dar pena”, continúa la actriz que acto seguido cuenta a Osborne que “eso es lo que más me ha marcado en mi vida, el pensar que no tenía un mañana a los 13 y que cada día estoy bien y estoy viva, es un regalo, un milagro. La gente me dice que vitalidad tienes, es que tengo la suerte de estar viva, es un milagro”.
Continúa Ana con su relato “tenía un problema en el estómago, me operaron, una operación de 8 horas, una operación a vida o muerte” y Obregón que ya le había confesado a Bertín que sacaba muy buenas notas, apunta que “el día que me tuvieron que operar, que no me lo dijeron hasta el día anterior les dije a mis padres que a las 10 tenía un examen de matemáticas y que la operación tenía que ser después”. Y recuerda la anécdota que le contó después de la operación que le dijo que durante la misma, anestesiada, no paraba de hablar de raíces cuadradas.
Un mal episodio que tuvo en su adolescencia, del que la actriz resalta lo positivo tras vivirlo “me hizo tener mucha vitalidad y me condicionó a estudiar Biología”. Ante la insistencia de Bertín que quería saber realmente qué le ocurría, Ana acaba confesando que “era una especie de tumor”.
Pero aquí no acaba todo, cuando termina de contarle a Bertín todo lo referente a su tumor y a la operación, Obregón desvela otros de los misterios que ha sido motivo de suspicacias por la prensa. Tras señalarle al presentador el tamaño de la cicatriz que tiene, le explica que ese es el “motivo por el cual muchas veces en los posaditos de verano me pongo trikini”.
Y fruto de esas especulaciones de los medios de comunicación en torno a esa cicatriz es que “mucha veces han dicho que estaba operada de las costillas”, recuerda Ana que con este relato dejó constancia de uno de los momentos más duros de su vida.
SU PASO POR HOLLYWOOD
Ana Obregón quería ser actriz y lo consiguió, a pesar de que a su padre no le hacía gracia y contó con la ayuda de su madre para cumplir su sueño.
Ana debutó en el cine en 1978 con la película de Richard Lester ‘Cuba’ y dos años más tarde rodaría ‘Tres mujeres de hoy’(1980) de Robin Ellis.
El 10 de enero de 1984, Ana Obregón aterrizó en EE. UU. con su maleta cargada de ilusiones donde estudió Arte Dramático en el prestigioso Lee Strasberg Theater Institute de Nueva York. Unos estudios que dieron su fruto pues Obregón participó en distintas películas y series estadounidenses durante su estancia en Hollywood.
Uno de los trabajos que más se recuerdan de la actriz es la película ‘Bolero’ que coprotagonizó junto a uno de los sex symbols más importantes de la historia del cine, Bo Derek.
Así como sus participaciones en series de gran éxito como ‘Hospital General’, ‘¿Quién es el jefe?’ y por supuesto, ‘El Equipo A’, donde la pudimos ver en plena acción junto al gran George Peppard.
Aprovecho Ana parte de su éxito para visitar, también, los principales programas de televisión del país de los sueños, en concreto de la CNN en español ‘Despierta América, presentado por Jimmy Carson.
Durante su periplo estadounidense, Obregón estuvo viviendo algunos meses en casa de Julio Iglesias.
Uno de los momentos que siempre recuerda la presentadora de aquellos años es el día en el que cocinó paella a Steven Spielberg en su propia casa y rodeada de las grandes estrellas del momento como Barbra Streisand, Linda Evans o Francis Ford Coppola.
Una anécdota recurrente para Obregón que siempre recuerda porque cuenta con una de las personas más importantes de su vida: su madre. Siempre ha contado Ana que fue “mi madre por teléfono me decía lo que tenía que hacer... La paella fue repugnante, asquerosa, pero se la comió".
Y fue, precisamente en América donde conoció al gran amor de su vida.
UN ACCIDENTE SE LLEVÓ AL GRAN AMOR DE SU VIDA
“El hombre de mi vida”, “mi gran amor”, así recuerda siempre Ana Obregón al hombre, que sin lugar a dudas, ocupa un lugar importante en su corazón.
Se trata de Fernando Martín, el que fuera jugador de baloncesto del Real Madrid y pionero en la NBA, fallecía el 3 de diciembre de 1989, a los 27 años, en un accidente de tráfico en la M30.
Una noticia que conmocionó a todos, pues Martín era una joven promesa del baloncesto y, por supuesto, a Ana Obregón que por aquel entonces salía con el jugador.
Fernando y Ana se conocieron cuando la actriz estaba trabajando en Hollywood y tras cuatro años de relación, un fatídico accidente de tráfico terminó con ella.
La actriz ha relatado que, se conocieron en 1984 en Los Ángeles, cuando España obtuvo una medalla de plata en los Juegos Olímpicos, y estuvieron juntos cuatro años.
"Nuestros ojos nos anclaron el uno al otro. Y para siempre. Nunca había creído en los flechazos... y, sin embargo, lo que sentimos Fernando y yo fue un flechazo desde el primer momento (...). Todo mi cuerpo se estremeció cuando me besó. Fue intenso, pasional. Al tener sus labios junto a los míos, sentí que besaba la vida y que sus labios serían los últimos que besaría jamás". Así relata Obregón en sus memorias ‘Así soy yo’, cómo fue el inicio de su relación con Fernando Martín.
“Sentí que alguien, por fin, me quería de verdad”, escribía también en sus páginas. Siempre que recuerda aquella relación, a Ana se le dibuja una sonrisa en la cara porque como confesaba en ‘En la tuya o en la mía’, “los cuatro años con Fernando fueron los más felices de mi vida”.
Se da la circunstancia que Ana y Fernando en esas fechas estaba viviendo un momento delicado en su relación, de hecho sabemos que el mismo día del accidente habían discutido, algo que Ana lamenta profundamente y que siente que Martín falleciera sin saber que ella lo amaba.
Cada 3 de diciembre, Obregón recuerda en sus redes socailescon especial cariño al que, sin duda, fue el gran amor de su vida.