TEATRE LLIURE
Magda Puig y Andreu Martínez exploran el concepto del asombro en el Lliure con 'Thauma'
La creadora escénica y visual Magda Puig Torres y el actor y director de escena Andreu Martínez Costa exploran el concepto del asombro en la obra 'Thauma', un "poema escénico" que se podrá ver del 8 al 26 de mayo en el Teatre Lliure de Montjuïc.
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La creadora escénica y visual Magda Puig Torres y el actor y director de escena Andreu Martínez Costa exploran el concepto del asombro en la obra 'Thauma', un "poema escénico" que se podrá ver del 8 al 26 de mayo en el Teatre Lliure de Montjuïc.
"Hemos perdido la capacidad de maravillarnos, y con esta obra quisimos jugar a volver a ver las cosas por primera vez, lo que nos ha llevado a una imaginación y una creatividad brutales", ha explicado este jueves Puig, artista residente de esta temporada en el Lliure.
"Hablamos de poema escénico porque hay cosas a las que es muy difícil ponerles palabras y que hay que transformar en imágenes; por eso consideramos que tenía que ser muy plástica", ha añadido haciendo referencia a esta pieza, desarrollada bajo la mentoría del director de escena griego Dimitris Papaioannou.
Planteado como un "viaje por una cabeza que está maravillada y que va descubriendo diferentes paisajes", según lo ha descrito su autora, este espectáculo inspirado en el término aristotélico para nombrar el asombro, 'thauma', pretende "desencajar lo que tenemos asumido" y "colocarnos en el estado de la pregunta", ha explicado Martínez.
"El asombro tiene una función política y social al generarnos preguntas en un contexto donde parece que todo son respuestas. La pregunta nos activa a la vida", ha agregado el coautor de esta producción.
La exploración de este concepto, al que se han acercado desde disciplinas como la filosofía, la neurociencia o el arte, les ha llevado a tratar ámbitos como el misterio, la belleza, lo inesperado y el humor.
Para escenificarlo, ha explicado Puig, se han "nutrido" de la cultura de la novela gráfica y del teatro de objetos, proponiendo un paisaje que va abriéndose y revelando su interior.
Este paisaje está habitado por la bailarina Marina Rodríguez y el verticalista Juan Carlos Panduro, dos artistas cuyas "habilidades de cuerpo" están "al servicio de este universo de maravillas", ha contado la autora.
"Ha sido desafiante trabajar con el circo fuera de una zona de confort, pero también nutritivo", ha opinado Panduro, que ha avanzado que esta obra pone las técnicas del circo y la danza en escena "no solo para impresionar, sino también para evocar".
Este universo de maravillas lo completan una serie de objetos móviles controlados de manera remota por el piloto Erol Ileri, que asegura que ha procurado "dar poética a los objetos", piezas que "no solo salen a hacer su 'performance' mecánica, sino que también intentan transmitir asombro".
Además de ser el "eje central" del espectáculo, el asombro ha sido de gran relevancia durante su proceso de creación, durante el cual los artistas han "dejado que el juego y lo inesperado llegase a escena", ha explicado Martínez.
El resultado, según el autor, no es simplemente una sucesión de imágenes, sino que presenta un discurso que, en palabras del dramaturgo Jorge Gallardo, no pretende ser "muy conclusivo" ni ofrecer una "moraleja final".
"Trabajamos desde la sensación en sí misma y de los enlaces que el espectador pueda hacer", ha añadido Gallardo, una idea que Martínez ha complementado diciendo: "no hay una intención directa de decir las cosas, a veces se dicen de forma indirecta, desde la poesía y usando la imagen como palabra".