FLAMENCO PANSEQUITO
Pansequito: Flamenco no se puede cambiar porque es patrimonio de la humanidad
Leticia de las Heras
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Leticia de las Heras
Para José Cortés Jiménez Pansequito, que lleva toda una vida con su garganta dedicada al cante, el flamenco no se puede cambiar porque es Patrimonio Mundial de la Humanidad, por lo que huye de las nuevas corrientes de flamenco fusión y apuesta por la pureza y la tradición de este arte.
El gaditano actúa este sábado junto al guitarrista Miguel Salado y compartirá escenario con las voces de Antonio Reyes e Israel Fernández y los rasgueos de Dani de Morón y Diego del Morao dentro del espectáculo Libertad, que llega al Flamenco On Fire en una unión de generaciones a la luz del cante más tradicional.
P: ¿Ha sido complicado preparar el espectáculo en estos tiempos de pandemia?
R: Arturo Fernández es quien se ha encargado del espectáculo y ha sabido hacerlo muy bien, ha hecho una cosa muy bonita junto a Israel y Antonio, que son gente más joven y que cantan muy bien. Arturo sabe de eso, ha nacido el mundo del arte y al flamenco hay que darle auge, es una cosa muy bonita que tiene mucha categoría y hay que moverlo.
P: ¿Es más difícil atraer con un espectáculo de flamenco que con otro estilo musical?
R: No, lo que pasa es que todo cambia. Todo cambia pero el flamenco no se puede cambiar porque es Patrimonio Mundial de la Humanidad. Hoy está saliendo otra gente nueva y no tiene nada que ver con la época mía, están cantando flamenco de otra manera que ellos verán porque yo la verdad es que no lo entiendo.
P: ¿Qué opina de la innovación en el flamenco y del flamenco fusión?
R: No opino porque no entiendo. Lo que hacen estará bonito pero están vendiendo como flamenco algo que no es. Es normal porque todo evoluciona, pero el flamenco de verdad gusta y la prueba está que ahí, que en Baluarte no quedan entradas.
P: ¿Gusta el flamenco en Pamplona?
R: Yo sé que ahí gusta el flamenco porque he ido muchas veces a cantar. Hubo un momento que en Pamplona hubo un tablao flamenco hace muchos años que montó Manolo González, que era de Málaga pero vivía allí en Pamplona y jugaba en Osasuna. Ahí está también la peña del tío Sabicas, que es muy bonita. Esperemos que se hagan más cosas por ahí porque hay afición y también festivales muy buenos.
P: Este compartir momentos de música, cante y baile es algo intrínseco de la tradición flamenca y gitana, ¿no?
R: Antiguamente, según me cuentan, se montaban espectáculos muy grandes, lo que nosotros hacemos ahora entre dos o tres personas en una hora y media antes lo hacían 20 personas. Salía uno, hacía una cosita, después salía otro. Así lo veía la gente. Yo llevo tiempo sin cantar con nadie, suelo ir solo, pero me hablaron de esto y me pareció fenomenal.
P: ¿Sería necesario que desde la instituciones se apoyase más?
R: Yo creo que sí porque tú pones la tele y no se habla nada del flamenco. Me parece bien que apoyen a todo el mundo, pero a nosotros nos tienen olvidados, no se habla ni ha tenido ninguna subvención ahora con lo de la covid-19, por lo menos aquí en mi tierra, en Andalucía.
P: ¿Se valora menos el flamenco como patrimonio cultural en España que en otros países?
R: En el resto del mundo se valora muchísimo más y es una pena.
P: En algún momento decidió dedicarse al cante o fue un proceso natural?
R: Fue Manolo Caracol quien me llevó a Madrid y allí inauguré el tablao flamenco que tenía él, que se llamaba Los Canasteros. Ahí me picó el gusanillo por esto del cante y me fue bien, saqué el primer disco, el segundo y ya me dije: yo me quedo aquí porque esto es lo que me gusta. Así hasta ahora y gracias a Dios me ha ido bien. Manolo Caracol fue muy importante para mí, él era el número uno de esto y tuve al suerte que el fuera él quien me sacara a la luz.
P: ¿Qué siente cuando echa la vista atrás después de medio siglo dedicado al cante?
R: Llevo 57 años y cuando miro atrás no tienen nada que ver con lo de ahora. Entonces sí era flamenco de verdad, se hacían cosas muy bonitas. EFE
1011914
lhr/mg/lml