ARQUITECTURA LIBRO
Pedro Torrijos, arquitecto y escritor en busca de "redescubrir el sentido de la maravilla"
Sara Rodríguez Pachón
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Sara Rodríguez Pachón
La vocación de Pedro Torrijos, arquitecto y músico de formación, es contar historias que le permitan "redescubrir el sentido de la maravilla, eso que tienes cuando eres un niño al que le fascina todo", como demuestra en su último libro, 'La pirámide del fin del mundo y otros territorios improbables'.
Esta obra de la que charla con EFE, editada por Kailas, se suma a tres anteriores en las que narra historias relacionadas con el territorio construido, natural o destruido: 'La tormenta de cristal', 'Atlas de lugares extraordinarios para descubrir el mundo' y 'Territorios improbables'.
Libros que no tratan sobre arquitectura, como él se encarga de remarcar. Lo que escribe "tiene que ver con cómo nos relacionamos entre nosotros, con la condición humana y con cómo nos relacionamos dentro del territorio".
Además, siempre pone el centro en un hecho improbable para escribir la historia que hay detrás, como cuando explica en sus hilos de X -antiguo Twitter- cómo es posible que haya un lugar en Alemania en el que el alquiler cuesta 88 céntimos.
Su última publicación literaria está dividida en cinco partes. Las cuatro primeras funcionan como parejas de contrarios, pero no los habituales: guerra y calma -en lugar de paz-, luz y tiniebla -en lugar de oscuridad-.
La última de todas es la civilización "porque es un compendio de lo que somos como seres humanos", asegura.
En su obra, recoge historias diversas y sorprendentes como la de la pirámide que da nombre al título, y que sirve para explicar que "la mejor manera de evitar una escalada armamentística no es dejar de fabricar armas, sino dejar de fabricar defensas contra esas armas, algo genuinamente contraintuitivo".
También habla del último documento que se imprimió en las Torres Gemelas. A las 08:11 horas del 11 de septiembre de 2001, 9 minutos después de que el primer avión impactase contra la Torre Norte, en el lobby del edificio se imprimió el ticket de compra de dos imanes.
"En las plantas bajas, la gente todavía estaba haciendo su vida normal", cuenta Torrijos. "Que probablemente sea el último documento impreso en las Torres Gemelas le da ese valor emocional de saber que está impreso después de que se estrellase el primer avión".
La manera de explicar la existencia del puente de Peljeac, en Croacia, que une la península homónima con el resto del país, es un claro ejemplo de la originalidad de las historias que incluye el libro. En este relato, explica que el origen de este puente es Drácula -no el de la novela de Bram Stoker-, sino Vlad III el Empalador Príncipe de Valaquia entre 1456 y 1462.
Estos son algunos ejemplos de las historias que le gusta contar a Torrijos, que no pretende hacer que las personas visiten lugares remotos -muchos sin encanto-, sino que simplemente disfruten de lo que cuenta.
Su labor consiste en "rastrear el mundo y la red" en busca de historias en las que normalmente relaciona ideas y relatos "que nadie había entrelazado antes".
Lo hace de esta forma para intentar redescubrir el sentido de la maravilla y "volver a colocar al lector en la fascinación por el mundo" que no es otra cosa que "esperar lo inesperado", explica con una sonrisa.