La decisión de un farmacéutico durante el gran apagón eléctrico para pagar por medicamentos: "Vienen sin precio"
Son muchos los ciudadanos que necesitaban de forma urgente algo de las farmacias afectadas por la situación que se produjo este lunes en España

Juan Pedro, farmacéutico en Majadahonda, le cuenta a Juanma Castaño cómo han pasado el día del gran apagón eléctrico
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El gran apagón eléctrico en España que este lunes dejó a millones de ciudadanos sin suministro informático ni comunicaciones también golpeó de lleno a un servicio esencial: las farmacias. Son muchos los ciudadanos que necesitaban con urgencia medicamentos o tratamientos, y en plena incertidumbre, algunos profesionales, como Juan Pedro, farmacéutico en Majadahonda, tomaron decisiones que hablan de la vocación de servicio más allá de lo material.
"Estamos abiertos, tenemos que atender"
"El día ha sido espectacular en todos los sentidos", relataba Juan Pedro en una conversación en El Partidazo de COPE con Juanma Castaño, "pero sobre todo el comportamiento de los ciudadanos ha sido exquisito". A pesar del caos tecnológico, sin datáfonos, sin terminales para leer tarjetas sanitarias y sin precios visibles en los productos, el farmacéutico destacó la comprensión y la paciencia de los clientes: "Es impresionante cómo, al no comunicarse, cada uno va a lo que va. Nadie ha dicho una mala palabra".
En la farmacia de Majadahonda, como en tantas otras afectadas por el apagón eléctrico en España, las primeras horas tras la caída de la red eléctrica se pudieron gestionar gracias a un sistema auxiliar llamado Swide. "Ese va cargando... y te dura dos horas", explicó Juan Pedro. Durante ese pequeño margen de tiempo, entre las 12:30 y las 14:30 horas, lograron dispensar algunos medicamentos pasando la tarjeta sanitaria. Pero después, la desconexión fue total: "A partir de ahí, ya no funcionaba nada".
Sin precios, pero con vocación
La falta de precios en los medicamentos, que llegan a las farmacias preparados para ser tarificados electrónicamente, fue otro gran obstáculo. "Los medicamentos vienen sin precio ya, entonces tú no puedes cobrar", relató Juan Pedro. Ante esa situación, tomaron una decisión sencilla pero ejemplar: dispensar lo que fuese realmente necesario, aunque no pudieran cobrarlo. "Si alguien necesitaba algo, se lo hemos dado. ¿Qué vas a hacer? Si estás para eso. Si no, no seríamos una farmacia", afirmó.

Imagen de la estación de tren de Atocha, en Madrid, donde cientos de pasajeros esperan pasar la noche hasta que se reanude la circulación de trenes tras el apagón eléctrico que se ha producido hoy lunes en la Península Ibérica
La escena fue una muestra de civismo y solidaridad. Mientras algunos ciudadanos, en pleno apagón en España, pedían medicamentos esenciales, hubo también quien se acercó preguntando por productos más curiosos: "Unas pastillas para potabilizar el agua", contaba entre risas Juan Pedro, recordando el surrealismo del momento. Pero la prioridad estaba clara: solo se dispensaba lo estrictamente necesario y, en la mayoría de los casos, sin posibilidad de cobro porque "nadie lleva dinero" y porque, simplemente, no se sabía el precio.
El caso de esta farmacia de Majadahonda refleja la difícil situación que vivieron muchos farmacéuticos en España durante el gran apagón. A pesar de las dificultades, su compromiso con la ciudadanía prevaleció. Un ejemplo de cómo, ante las crisis, los servicios esenciales siguen demostrando que su verdadero valor no se mide en cifras.

Miembros de la Cruz Roja atienden a varios de los pasajeros que realizaban la ruta en tren entre Vigo y Madrid en ambos sentidos y que van a pasar la noche en la estación de tren y en el recinto ferial Ifeza de Zamora, tras el apagón eléctrico que se ha producido hoy lunes en la Península Ibérica
Para saber más sobre cómo ha afectado el apagón a otros sectores esenciales, puedes consultar esta información actualizada sobre el gran apagón en España.