30 años con mujeres en el Ejército

Patricia Ortega iba para ingeniera. Había acabado sus estudios en la Universidad Politécnica de Madrid cuando, un día de febrero de 1988, el Gobierno de Felipe González publicó un Real Decreto por el que se permitía el acceso -parcial, aún- de la mujer a las Fuerzas Armadas (FFAA). Por fin.

De esta manera, Patricia y otras 26 compañeras pudieron seguir su vocación: ser militares. Hoy en día, 30 años después, son 14.904 las que están en el Ejército español, según datos del Ministerio de Defensa. El contraste con los hombres todavía es evidente: son solo un 12,7%, por un 87,3% de compañeros.

Aquellas pioneras optaron por ejercer diversas profesiones dentro de la milicia: 18 fueron enfermeras, 5 médicas, una farmacéutica, una auxiliar de armamento militar y una interventora. Porque aquella entrada de la mujer en las FFAA no fue completa hasta 1999, cuando se reguló que el principio de igualdad se aplicara "con todas las consecuencias".

Así, la presencia de mujeres uniformadas fue creciendo hasta 2006, cuando alcanzó el 12%. Desde entonces, apenas se ha crecido 7 décimas, pero el Gobierno de Rajoy ya habló, en respuesta a una pregunta parlamentaria, de que es posible que se haya alcanzado un "techo sociológico", ya que la tendencia es parecida al del resto de países de la Alianza Atlántica.

Los datos de Defensa dicen, en cuanto a las unidades dentro de las FFAA, que el mayor porcentaje de mujeres está en los Cuerpos Comunes (casi un 26%), con tareas en judicatura o sanidad. Después, eligen el Ejército del Aire (13,8%), la Armada (12,9%) y el cuerpo de Tierra (11,8%).

Por lo que respecta a las profesiones, el porcentaje más alto de mujeres está entre la marinería y la tropa (16,6%), mientras que las oficiales suponen el 8,6%, y las suboficiales, el 4,9%.

Patricia Ortega, coronel Ortega

Fue de las primeras y es la que ostenta el cargo de rango más alto. Patricia Ortega es hoy coronel, el puesto más alto de entre los oficiales superiores de las FFAA. Se incorporó al cuerpo de Ingenieros y, desde 2016, luce en su uniforme las tres estrellas de ocho puntas de los coroneles.

¿Hay acoso en el Ejército?

La respuesta es sí. Entre 2004 y 2015 el Observatorio de la Vida Militar informa de doce sentencias condenatorias por acoso sexual y una por acoso por razón de género o sexo.

Para prevenir estas situaciones, desde 2016, las milicias españolas tienen Unidades de Protección contra el Acoso (UPA) para dar a apoyo y proteger a las víctimas de acoso sexual en las Fuerzas Armadas.

Hay ocho Unidades de Protección frente al Acoso, y cuentan con médicos, psicólogos y jurídicos, y hay militares de tropa y marinería, suboficiales y oficiales, algunos con dedicación exclusiva a las UPA, pero otros no. Solo en 2016 esta unidad ya ha atendido 130 llamadas que han derivado en 46 denuncias.