Militares españoles desplegados con misiles Patriot en Turquía: “La amenaza sigue ahí”
España participa desde enero de 2015 en una misión de la OTAN para hacer frente a los misiles balísticos procedentes de Siria.
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“La amenaza está ahí”, dice desde la base aérea de Incirlik -en Turquía- el jefe de operaciones del contingente que España tiene desplegado en la misión Active Fence de la OTAN, el capitán Rubén Jáuregui Alonso. Explica que se puso en marcha a raíz de la guerra en Siria, cuando el gobierno turco solicitó el apoyo de sus socios de la Alianza Atlántica “para hacer frente a la amenaza de misiles balísticos procedentes de territorio sirio”. Se trata de una misión defensiva, “la defensa de la ciudad de Adana” -con dos millones de habitantes-, y España participa desde hace casi tres años y medio.
Los militares españoles -alrededor de 150, la mayoría procedente del Mando de Artillería Antiaérea- están desplegados con una batería de misiles Patriot a 120 kilómetros de Siria. El capitán Jáuregui cuenta que reciben “la alerta temprana de cualquier evento de misil balístico que se produzca en suelo sirio y de las aeronaves que lo sobrevuelan” al estar “integrados en el sistema de defensa aérea de la OTAN a través de la cadena de mando y control” de esta organización.
La mayoría de los misiles que caen en Turquía desde Siria tienen como origen el ejército del régimen de Bashar al Assad. “Es una amenaza inminente, con dos o tres minutos para reaccionar en el mejor de los casos”, señala el jefe de operaciones del contingente español que -no obstante- matiza que “hay lanzamientos en los que tenemos para responder sólo un minuto o minuto y medio”, lo que dura el vuelo del misil. El radar traslada los datos a la batería de misiles Patriot y “extrapola la trayectoria para acometer la amenaza en el punto más óptimo de encuentro”, según el militar. Aunque la misión se coordina desde la célula de operaciones de defensa contra misiles balísticos en Ramstein -en Alemania-, la autorización final para actuar la da el jefe del contingente español en Incirlik “por el corto tiempo de reacción”.
La cota más alta a la que este sistema puede derribar un misil es de 24 kilómetros. Y el margen de acierto es muy alto. Si se disparan dos misiles -uno detrás de otro- “el porcentaje de derribo se sitúa alrededor del 94%”. Según el capitán Jáuregui, a pesar de las numerosas ocasiones en las que han estado en alerta -en zafarrancho de combate-, desde que se encuentran desplegados en 2015 “no hemos tenido que interceptar ningún misil”.
Italia dispone de un contingente en territorio turco con el mismo cometido, en la ciudad de Karahmanmaras. A día de hoy Turquía no posee ningún sistema antiaéreo capaz de derribar misiles balísticos en vuelo, pero recibirá uno de Rusia en 2019.