Accidentes laborales, la tragedia invisible
Las estadísticas siempre son escalofriantes cuando se trata de siniestros. También son inalterables y frías. Las cifras que sumamos desde que comenzó el año son preocupantes. Cada día mueren dos personas en accidentes laborales, 250 fallecimientos desde que comenzó 2018.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cuando comience a leer este artículo seguramente el número de muertos habrá aumentado, porque cada 24 horas dos trabajadores pierden la vida en el tajo. Son los datos oficiales de accidentes laborales, los que podemos encontrar en la página web del Ministerio de Trabajo que llegan, de momento, hasta el mes de mayo.
Sin embargo, esta lacra no para. El último trabajador muerto ( mientras escribo) es un joven de 22 años al que una grúa le golpeó en la cabeza en la plaza del Ayuntamiento de Linares en Jaén. La construcción es el tercer sector con más muertes hasta el momento.
De enero a mayo se han producido 541.098 accidentes laborales, 245.922 causaron baja lo que supone un 3,5 por ciento más respecto al mismo periodo de 2017 y 295.176 fueron sin baja, lo que representa un descenso del 1 por cierto. Pese a ello, siguen siendo más numerosos los accidentes que no causan baja debido a que las Mutuas ponen muchas trabas y resistencia a concederla. Algo que denuncian los sindicatos que destacan, sobre todo, el número alarmante e inasumible de muertes durante la jornada laboral o por motivos derivados del trabajo.
En los cinco primeros meses del año han muerto 250 personas, dos cada día. Si nos atenemos a los datos del Ministerio de Trabajo: 2 personas fallecen al día por un accidente laboral, 11 sufren un accidente grave, 1.391 un accidente leve y 1.954 un accidente que no causa baja. Las causas más frecuentes de muerte por accidente laboral siguen siendo los infartos o derrames cerebrales, el resto se debe a otras causas.
Si detallamos por sectores de actividad, nos encontramos con 113 muertes en el sector servicios hasta el mes de mayo (con 15 muertes más que en los primeros cinco meses de 2017, lo que supone un aumento del 15 por ciento). En el resto de sectores hay un descenso de la mortalidad, aunque las cifras son también preocupantes: 40 fallecimientos en industria, 29 en construcción y 23 en el sector agrario.
Es muy significativo que el 27 por ciento de los accidentes producidos en jornada laboral han sido sufridos por "un trabajador o trabajadora con menos de 35 años (45.068), de ellos 13 han sido mortales. El 58 por ciento de los accidentados en jornada laboral tenían una edad comprendida entre los 35 y 54 años, con un total 96 mortales, y es especialmente llamativo que, en el tramo de entre 50 y 54 años son 39 los trabajadores que han fallecido por accidente laboral. Los trabajadores y trabajadoras mayores de 54 años, por último, han sufrido un total de 23.321 accidentes laborales en jornada laboral, de ellos 52 mortales" destaca el sindicato UGT.
La industria manufacturera sigue siendo la actividad con mayor número de accidentes con baja con 31.884, seguida de comercio con 23.009 y construcción con 19.946. "Está demostrado que la temporalidad va de la mano de la siniestralidad laboral, los trabajadores temporales sufren una falta de formación e información en materia de riesgos laborales, esencial para garantizar su seguridad y salud en el trabajo. Además, pueden llegar a asumir riesgos que quizá los trabajadores indefinidos no asumirían por temor a perder su puesto de trabajo" advierte la Unión General de Trabajadores.
Para CC.OO, tal y como señala su secretario de salud laboral, Pedro J. Linares, "un factor que causa 250 muertes en cinco meses es un problema de primer orden no sólo en el ámbito laboral sino en el del conjunto de la salud pública española, eso sin tener en cuenta los múltiples daños y enfermedades causadas por el trabajo que no se registran” y añade que “abordar la lucha contra la explotación laboral, recuperar la centralidad de la negociación colectiva, incrementar la dotación presupuestaria y humana de los organismos públicos con competencias en la materia y afrontar cambios legislativos en aquellos aspectos más negativos para la clase trabajadora deben ser los aspectos que vertebren las políticas públicas orientadas a reducir los daños a la salud en el trabajo”.
Desde USO se preguntan, ¿por qué crece la siniestralidad en España? La respuesta para la Unión Sindical Obrera es "los trabajos son cada vez más precarios e inseguros" pese a contar como recuerda el sindicato "con una ley en materia preventiva de más de 20 años de antigüedad y el reconocimiento manifiesto en la Constitución del derecho a la protección de la salud, así como del deber de los poderes públicos de velar por unas adecuadas condiciones de seguridad y salud en el trabajo, cada año aumentan los accidentes laborales y las dolencias derivadas del trabajo, aunque muchas de ellas no son reconocidas" y alerta y redunda sobre la actuación de las Mutuas, "la abundante jurisprudencia surgida en los últimos años reconociendo daños derivados del trabajo que habían sido negados por las Mutuas y el INSS pone en evidencia que este modelo legislativo no funciona bien para prevenir accidentes y enfermedades en un futuro, contribuyendo además activamente a un ocultamiento de dichos daños.