El Banco de España insiste en el impacto negativo del salario mínimo sobre el empleo
Aunque los riesgos aumentan, mejora la previsión de crecimiento: 2,4% el PIB para este año
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Se confirma que vamos a contracorriente. En un clima de pesimismo global por el temor a una recesión, sobre todo en Europa, el Banco de España acaba de actualizar sus proyecciones económicas para nuestro país y se ha convertido en la primera gran institución en revisarlas al alza en los últimos meses. En concreto eleva dos décimas, hasta el 2,4%, la previsión de crecimiento del PIB para 2019. La de 2020 y 2021 la mantiene en el 1,9% y el 1,7%, respectivamente. Es decir, la desaceleración será gradual. También ha mejorado la tasa de paro para este año. Ahora señala que se situará en el 13,8% de la población activa cuando termine el ejercicio. Bajará del 12% en 2021. Tanto en crecimiento como en empleo el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos se muestra más optimista que el Gobierno de Pedro Sánchez.
El Banco de España mantiene que “los efectos de la subida del salario mínimo que entró en vigor al inicio del año tenderán a moderar el dinamismo del empleo en los próximos trimestres”. En otras palabras, insiste que tendrá un impacto negativo sobre el mercado laboral. La institución sigue por tanto en sus trece a pesar de las fuertes críticas que ha recibido en los últimos días del Gobierno en funciones y de los sindicatos que le han llegado a exigir incluso que pida perdón por vaticinar en febrero que la subida del 22% del SMI en 2019 destruiría unos 125.000 puestos de trabajo. Durante la presentación del informe el director de Economía y Estadística, Óscar Arce, ha defendido la metodología utilizada para hacer esos cálculos aunque admite que “no es infalible”. “No tenemos una bola cristal”, ha señalado. Después ha apuntado que el Banco de España seguirá analizando “con rigor técnico” toda la información que le llega del mercado laboral y será “transparente” a la hora de publicar los datos aunque deja claro que el signo del incremento del SMI es claro, “negativo”.
Más riesgos
El supervisor justifica la revisión al alza del crecimiento en que el comportamiento de la actividad durante los dos primeros trimestres del año ha sido mejor de lo esperado gracias al tirón del consumo interno. Sin embargo el Banco de España recuerda que el escenario central que maneja contiene riesgos “claramente” a la baja. De hecho aumentan respecto a los que pronosticaba hace unos meses y “algunos ya están materializándose”, por ejemplo en las exportaciones.
El Banco de España mantiene varios focos de incertidumbre. En primer lugar los que llegan del exterior con el aumento del proteccionismo, de la tensión comercial entre EEUU y China. Además alerta del peligro que puede suponer una salida de Reino Unido de la UE sin acuerdo y añade el riesgo de contagio por la política fiscal que desarrolla Italia. En clave interna insiste en el “elevado grado de fragmentación parlamentaria” que tenemos en España desde hace años y que introduce inestabilidad “acerca de la orientación futura de las políticas económicas y de la adopción de reformas que aumenten el potencial de crecimiento de la economía”.
Apenas se reduce el déficit
El organismo sigue preocupado con la evolución del déficit público. Aunque los ingresos han ido mejor, también hay algunos gastos extraordinarios. Por eso cree que el agujero apenas se recortará una décima este año, hasta el 2,4% del PIB, lo que hará que volvamos a incumplir los objetivos marcados por Bruselas. Además recuerda que a corto plazo “el saldo estructural apenas variaría, y permanecería, por tanto, en niveles muy elevados”. La deuda seguirá por encima del 90% del PIB en 2021. El Banco de España insiste en que la tasa de ahorro está en mínimos y que “hay margen” para que en los próximos años los hogares aumenten ese colchón.
En cuanto a la inflación tenderá a moderarse hasta finales de año. A corto plazo, el componente energético continuará perdiendo fuerza, por el frenazo reciente del precio de la electricidad y el gas.