La Bolsa espera que la Reserva Federal suba tipos con contundencia tras los datos de paro en EEUU

La Bolsa no ha tenido una buena semana. Ha pesado el temor a la recesión, a las subidas de tipos de interés y a la creciente inflación. El mercado apenas ha podido celebrar el nuevo plan de China para reactivar la economía. Es un ambicioso programa de estímulos que prevé movilizar 220.000 millones de dólares. El índice Ibex 35 cierra el viernes en 8.100 puntos, con un recorte del 0,3 por ciento. La semana bursátil se salda con una caída del 1 por ciento, lo que deja la pérdida acumulada en el año en el 7 por ciento.

La Bolsa de Nueva York se mueve esta tarde con moderadas ganancias. La tasa de paro se ha mantenido estable en junio en Estados Unidos en el 3,6 por ciento. Ha sorprendido el dato de creación de empleo no agrícola en aquél país. Se han creado 372.000 puestos de trabajo, que es mucho más de lo que se esperaba (280.000) y no mucho peor de la cifra del mes anterior (384.000). Estas cifras indican que el mercado laboral estadounidense se mantiene fuerte a pesar de todos los pesares.

Estas cifras, por tanto, refuerzan la impresión de que la Reserva Federal subirá el precio del dinero otros 0,75 puntos en la reunión que se celebrará el día 27. Ya los elevó tres cuartos de punto a mediados de junio. Este organismo ha dejado claro que no le temblará la mano y seguirá subiendo con firmeza los tipos de interés con el objetivo de reducir cuanto antes la inflación, aunque provoque un mayor enfriamiento de la actividad económica.

Los analistas del banco estadounidense Godman Sachs han sido los últimos, pero no los únicos, en advertir sobre la posibilidad de una severa recesión en Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá. También sufrirá la zona euro. Sus economías se debilitarán más que la de Japón, según estos expertos. Cifran en un 30 por ciento la probabilidad de recesión en EEUU este año.

Por su parte el Banco Central Europeo baraja subir el precio del dinero medio punto ya en este mes, en lugar de un cuartillo como hasta hace poco era la opinión mayoritaria. El BCE celebrará su próxima reunión día 21. Dentro de casa, los analistas de BBVA van a revisar a la baja sus estimaciones de crecimiento económico. También el FMI prepara una nueva rebaja de sus previsiones, que ahora sitúa en el 3,6 por ciento. Sería la tercera revisión a peor en lo que va de año. Hoy Societe Generale ha recortado su estimación para el PIB español en este año hasta el 3,5 por ciento y hasta el 3 por ciento para el próximo ejercicio. Para la eurozona SG espera un crecimiento del 3 por ciento este año y del 2 el venidero. Los analistas de la firma pronostican que el precio del dinero terminará 2022 en Europa en el 1 y por ciento y en el 1,5 a finales de 2023.

En los demás mercados, el petróleo repunta. El crudo tipo Brent del Mar del Norte roza los 106 dólares por barril. Hace pocos días llegó a moverse pasajeramente por debajo de 100. En el mercado secundario de deuda pública, la rentabilidad de los bonos a diez años de Estados Unidos ha saltado de nuevo la frontera del 3 por ciento, mientas las obligaciones españolas al mismo plazo se mantienen en el 2,38 por ciento, con una prima de riesgo de 107 puntos. En las divisas continúa la debilidad del euro, que se acerca un poco más a la paridad con el dólar. Esta tarde se cambia por poco más de 1,01 dólares.

Un euro débil facilita las exportaciones de las empresas europeas, las hace más competitivas ante terceros países. Y Europa resulta más atractiva para los turistas extranjeros. Sin embargo un euro débil encarece la factura energética, ya que el gas y el petróleo se pagan en dólares en los mercados internacionales. Además, se encarecen los viajes de los ciudadanos europeos que este verano visiten Estados Unidos.