En directo, elecciones de Estados Unidos | Donald Trump gana en Indiana y Kentucky, Kamala Harris en Vermont

La noche electoral en Estados Unidos comenzó con una serie de sorpresas y victorias anticipadas en varios estados clave. Mientras millones de estadounidenses aguardaban ansiosos los resultados, los primeros escrutinios mostraron a los principales candidatos, Donald Trump y Kamala Harris, reclamando victorias tempranas en varios estados, lo que reflejaba el entusiasmo y la incertidumbre que caracteriza a estas elecciones presidenciales.

Con el sistema electoral estadounidense, un candidato necesita alcanzar un total de 270 votos electorales para asegurar la presidencia. Los 538 electores del Colegio Electoral se distribuyen entre los 50 estados y el Distrito de Columbia, con cada estado asignando un número de votos según su población. Durante la noche, los resultados de los estados se empiezan a contar de manera gradual, y los primeros escrutinios son cruciales para los dos principales contendientes, Donald Trump, el candidato republicano, y Kamala Harris, la candidata demócrata. En esta fase de la noche, los ojos del país se concentraron en las victorias en los estados de Indiana, Kentucky y Vermont, tres de los primeros en cerrar sus urnas.

El expresidente Donald Trump, que busca recuperar la Casa Blanca, celebró sus victorias en los estados de Indiana y Kentucky, donde su apoyo se mantuvo firme, como se había anticipado. Indiana, su estado natal, otorgó a Trump una victoria contundente, una victoria esperada dado el sólido apoyo republicano en la región del Medio Oeste. Kentucky, un estado históricamente conservador, también se alineó rápidamente con el candidato republicano, enviando una clara señal de su fuerte base electoral.

Estas victorias iniciales fueron una confirmación de que Trump sigue siendo una figura popular en varias regiones del país, especialmente en los estados del sur y del centro del país. Sin embargo, estos estados no son suficientes para garantizar la victoria. En total, Indiana otorga 11 votos electorales, mientras que Kentucky da 8, lo que representa una pequeña parte del camino hacia los 270 votos necesarios.

Por otro lado, Kamala Harris, la actual vicepresidenta y candidata demócrata a la presidencia, logró una victoria temprana en Vermont, un estado históricamente demócrata, conocido por su fuerte apoyo a las políticas progresistas. Con una victoria clara en este estado, que le otorgó sus 3 votos electorales, Harris logró un pequeño pero simbólico avance en su carrera hacia la Casa Blanca. Vermont, con su población predominantemente progresista, se considera uno de los bastiones de la izquierda en el país, y la victoria de Harris allí fue una señal de que el bloque demócrata sigue siendo robusto, especialmente en los estados más liberales del noreste.

Mientras la noche electoral continuaba, los resultados se acumulaban y la tensión aumentaba a medida que los estados restantes comenzaban a cerrarse y sus votos se iban contando. La victoria en estados como Indiana, Kentucky y Vermont se sumaba a las apuestas de los dos candidatos, pero ninguno de los dos estaba cerca aún de alcanzar los 270 votos que garantizan la victoria en el Colegio Electoral.

Los estados clave como Florida, Pennsylvania, Michigan, Wisconsin, y Arizona, entre otros, seguirían siendo decisivos en la determinación de la presidencia. Las encuestas de salida y las proyecciones comenzaron a arrojar una imagen más compleja de la batalla electoral. Con el avance de la noche, el foco se centró en los estados pendulares, donde los resultados seguirían siendo impredecibles hasta el último momento.

A medida que la noche avanzaba, los primeros resultados mostraron que tanto Donald Trump como Kamala Harris comenzaban a asegurar victorias en sus respectivos bastiones, pero la verdadera batalla por la presidencia aún estaba por librarse en los estados clave. Mientras Trump se aseguraba sus victorias en Kentucky e Indiana, y Harris ganaba en Vermont, los ojos de la nación seguían puestos en los estados que realmente definirían el futuro presidente.

A medida que la contienda electoral se intensificaba, ambos candidatos sabían que, aunque la victoria en estos primeros estados era importante, el verdadero desafío consistiría en asegurar el apoyo de los votantes en los estados clave. Con los 270 votos electorales como objetivo, la carrera por la Casa Blanca estaba lejos de estar decidida, y la tensión seguía en aumento mientras se aguardaban los resultados de los estados pendulares que decidirían el desenlace final de la elección.