La Bolsa busca el equilibrio pese a la rémora de algunos de los grandes bancos

El índice Ibex 35 ha cerrado muy plano la sesión del miércoles en 9.293 puntos. Han subido Telefónica, Repsol, las acereras, Cellnex y algunos bancos, como Unicaja y BBVA. Pero el Santander, Caixabank, Bankinter y Sabadell han vuelto a ser hoy, como ayer, los valores más débiles del mercado. También es verdad que prácticamente todos habían acumulado fuertes ganancias en Bolsa en lo que va de año. El sector financiero sigue revuelto. El detonante de los últimos episodios de inestabilidad ha sido el estadounidense First Republic Bank. Este banco, uno de los más perjudicados por la reciente crisis del Silicon Valley Bank, ha sufrido una fuga del 40 por ciento de sus depósitos y ha anunciado el despido del 25 por ciento de su fuerza laboral.

Sus acciones se desplomaron un 50 por ciento en la sesión de ayer en la Bolsa de Nueva York. Hoy han abierto en Wall Street con una caída de otro 30 por ciento. Las acciones de este banco han pasado en pocas semanas de cotizar a 120 dólares a hacerlo a menos de seis. El First Republic tuvo que ser rescatado hace un mes por otros bancos estadounidenses, que le inyectaron 30.000 millones de dólares. La entidad estudia vender activos por hasta 100.000 millones de dólares para sanear su maltrecho balance. Pero no acaba de salir del agujero y existen grandes dudas sobre su viabilidad, por lo que se han reavivado los temores que azotaron al sector financiero mundial a mediados de marzo.

Muy plana ha cerrado hoy Iberdrola. La compañía, tras pagar la nueva tasa a las energéticas, ha aumentado su beneficio un 40 por ciento en el primer trimestre, hasta 1.485 millones de euros. Suaves ganancias también en Aena. El gestor de aeropuertos ha publicado una ganancia de 133 millones de euros entre enero y marzo, frente a pérdidas de 41 millones de un año antes. Aena ha recuperado las cifras de tráfico aéreo anteriores a la pandemia. Y ligero recorte en Redeia, la antigua Red Eléctrica. Su beneficio ha crecido un 1 por ciento, hasta 180 millones de euros.

En el ámbito macroeconómico, todos los ojos miraban hoy al vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos. Ha vuelto a advertir hoy sobre la resistencia a bajar que muestra la inflación subyacente. Según el último dato conocido, la inflación de la zona euro mejoró en marzo. Pasó del 8,5 al 6,9 por ciento. Pero la subyacente repuntó unas décimas, hasta el 5,7 por ciento. Este viernes se conocerán cifras adelantadas de inflación de abril en España y Alemania. Los miembros del consejo del BCE están de acuerdo en subir el precio del dinero la próxima semana. Se reunirán el jueves, día 4 de mayo. La duda ahora es si esa subida será de un cuarto del punto, como ha asumido ya el mercado, o de medio punto, como pronostican algunos analistas.

En Estados Unidos también cuecen habas. Pasado mañana, viernes, se conocerá el deflactor del consumo privado, el llamado PCE por sus siglas en inglés. Es el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal. Se espera una mejora del 5 al 4,5 en la tasa general y una mejora de una décima en la subyacente, que puede colocarse también en el 4,5 por ciento. Son referencias vitales de cara al consejo de gobierno que celebrará la Reserva el próximo día 3 de mayo. Mañana se conocerán el PIB de EEUU del primer trimestre. Se espera un crecimiento de entre el 2 y el 2,5 por ciento. Esta tarde se ha conocido que las peticiones de bienes duraderos en EEUU han crecido un 3,2 por ciento y que la el déficit comercial estadounidense se ha situado en 84.600 millones de dólares, que es una cifra algo mejor de la que esperaba el mercado.