La Bolsa cierra con una pequeña pérdida, a la espera de nuevos catalizadores
El índice Ibex 35 ha bajado un 0,6 por ciento, hasta 7.930 puntos
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La Bolsa ha cerrado el día con un pequeño paso atrás. Nada excesivamente preocupante. De hecho, el mercado muestra un fondo bastante firme y se permite el lujo, de momento, de absorber las realizaciones de beneficios sin grandes problemas. Los expertos creen que la progresiva disminución de la incertidumbre y la gran liquidez existente en el sistema impulsará a las Bolsas mundiales durante el año próximo.
Los mercados cuentan además con algunas otras referencias positivas. La biotecnológica Pfizer ha elevado la eficacia de su vacuna hasta el 95 por ciento. Se equipara con las cifras que ha anunciado este lunes la biotecnológica estadounidense Moderna. Mientras tanto, Astra Zeneca y la Universidad de Oxford han confirmado hoy mismo la favorable respuesta a su vacuna en personas mayores.
Y la vacuna de Janssen, filial de Johnson and Johnson, iniciará de inmediato en España los ensayos de fase III. Pronto llegarán otros factores positivos para las Bolsas, como el esperado acuerdo para el Brexit, la inyección de vitaminas para la economía que suponen el Black Friday y el Cyber Monday, y las nuevas medidas de estímulo económico que se espera que aprueben en diciembre tanto el BCE, como la Reserva Federal. Así que hay motivos para la esperanza.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha comparecido hoy ante el Parlamento Europeo. Ha abogado por la rápida aprobación de los presupuestos europeos y del fondo de recuperación, conocido como Next Generation. Considera que las medidas de apoyo a la economía son todavía imprescindibles. Se da por hecho que el BCE moverá ficha en su próximo consejo prevista para el 10 de diciembre. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha constatado que la economía está recuperándose, si bien ha perdido impulso en los últimos días debido al aumento de los confinamientos de la población por la incontrolada expansión de la pandemia.
También la Reserva Federal de EEUU, por boca de la presidenta de la Fed de Filadelfia, ha constatado una desaceleración de los indicadores económicos como consecuencia del incremento de las infecciones por coronavirus. Hoy se ha conocido que las peticiones de subsidios por desempleo alcanzaron la semana pasada las 742.000, muy por encima de lo que se esperaba.
El índice Ibex 35 ha bajado un 0,6 por ciento, hasta 7.930 puntos. Han bajado Telefónica (que podría reducir su participación en Telxius), Repsol, las empresas turísticas y casi todos los bancos. Hoy ha subido BBVA mientras el Sabadell ha perdido cerca de un 5 por ciento. Los mercados empiezan a dudar si darán sus frutos las conversaciones para la fusión entre ambas entidades, al tiempo que han puesto en tela de juicio los precios y las primas que se habían barajado en las últimas horas.
Quizá han sido demasiado optimistas. La agencia de calificación de riesgos Moody's cree que empeorará la calidad de los activos de BVVA tras la venta de su negocio en Estados Unidos. A cambio, mejorará los ratios de capital del banco. BBVA dejado entrever que realizará una recompra de acciones.
A las dos de la tarde han comenzado a negociarse las acciones de Prisa. Hasta ese momento la Comisión Nacional del Mercado de Valores las ha mantenido suspendidas de cotización. Han cerrado a 87 céntimos de euro, con una subida del 21 por ciento, lo que eleva su capitalización bursátil hasta los 600 millones de euros.
Un grupo de inversores encabezado por el empresario Blas Herrero ha puesto sobre la mesa una oferta de 200 millones en efectivo por los activos de radio y prensa del Grupo Prisa. Las acciones del grupo han perdido un 40 por ciento de su valor en este año. Hace doce meses cotizaban a 1,5 euros. En los peores momentos de ejercicio han llegado a cotizar por debajo de 40 céntimos.
En el mercado de deuda, la rentabilidad de los bonos de referencia a diez años se mueve en zona de mínimos históricos, con un 0,07 por ciento. Tesoro ha colocado hoy 1.844 millones de euros en bonos a cinco y siete años. Ambos han profundizado en su rentabilidad negativa. El rendimiento de los primeros ha pasado del menos 0,325 por ciento hasta el menos 0,395, que es un nivel nunca antes visto a este plazo. Los títulos a 7 años han salido al menos 0,26 por ciento.
El pasado martes el Tesoro colocó 935 millones de euros en letras a 3 y 9 meses. La rentabilidad de ambas ha marcado mínimos históricos, con un menos 0,67 y un menos 0,58 por ciento, respectivamente. El Tesoro cada vez cobra más a los ahorradores que colocan su dinero en estos títulos.