La Bolsa continúa en punto muerto pendiente de los datos de empleo de Estados Unidos
El índice Ibex 35 queda para mañana en 9.180 puntos, tras dejarse hoy en el camino un 0,10 por ciento
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La Bolsa sigue en pleno movimiento lateral. Continúa entre dos aguas. Los inversores se limitan a ganar tiempo a la espera de referencias. La más importante de ellas llegará el viernes con los datos de empleo de Estados Unidos. La evolución a corto plazo de los mercados no dependerá tanto de si esos datos son buenos o malos, sino de si son mejores o peores de lo que se espera. Hasta entonces, el mercado ofrece poca tela que cortar.
El índice Ibex 35 queda para mañana en 9.180 puntos, tras dejarse hoy en el camino un 0,10 por ciento. Las eléctricas siguen débiles. Los inversores, ante la duda, han reducido su exposición al sector. El gobierno quiere frenar la excesiva retribución que reciben las centrales nucleares y las hidroeléctricas. Una medida que afectará directamente a las cuentas de resultados de las compañías del sector, con un impacto aproximado de mil millones de euros al año. También han flojeado hoy las empresas relacionadas con las energías renovables. Han tenido mal día Solaria, Siemens Gamesa y Acciona. En el mercado se dice que está a punto de ver la luz la OPV de Acciona Energía, su filial de renovables. La CNMV puede aprobarlo dentro de pocas horas.
La Bolsa de Nueva York ha abierto con suaves ganancias. Suficientes para mantenerse en zona de máximos. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha animado a los mercados en los últimos días al proponer un ambicioso presupuesto de 6 billones de dólares en gasto federal para el próximo año. Biden quiere multiplicar las inversiones para consolidar la recuperación económica mediante inyecciones masivas de dinero en infraestructuras y en tecnologías renovables. La Bolsa de Nueva York ronda sus máximos históricos. A este lado del Atlántico, el índice paneuropeo Stoxx 600 y el índice DAX de la Bolsa de Francfort se encuentran también en niveles récord. El Ibex 35 español, mucho más modesto, se mueve en sus cotas más altas desde febrero del año pasado. La Bolsa española tendría casi doblar el nivel actual (tendría que multiplicar por 1,8 veces) para alcanzar sus máximos absolutos.
En general los inversores siguen preocupados por el repunte de la inflación. De momento, el Banco Central Europeo y la Reserva Federal consideran que el repunte de los precios será pasajero, por lo que todavía es temprano para estudiar un desmantelamiento de las medidas de estímulo. Bruselas, recordemos, emitirá este año deuda a medio y largo plazo por 800.000 millones de euros para financiar los programas de reconstrucción. El próximo consejo del BCE se celebrará el 10 de junio. Como trasfondo, el miedo a que la recuperación de la economía pueda flaquear si no se mantienen las inyecciones de liquidez al sistema. En general, los analistas consideran que la Reserva Federal no comenzará a subir el precio del dinero hasta 2023. Y el BCE puede esperar todavía más. Antes, seguramente, en ambos casos comenzará una reducción progresiva de las compras de bonos.
Esta tarde, ya con los mercados europeos cerrados, se conocerá el Libro Beige de la Reserva Federal. Es un documento que pasa revista a la situación y a las perspectivas de la economía y que sirve de referencia para la siguiente reunión del banco central estadounidense, que se celebrará el día 16. Esta tarde, además, hablará la presidenta del BCE, Christine Lagarde. Podría referirse a sus expectativas sobre el crecimiento económico y la inflación en la zona euro.
En los demás mercados, -una vez que las criptomonedas han entrado en una fase de relativa calma-, la estrella es el petróleo. Se paga a más de 71 dólares por barril, su precio más alto de los dos últimos años. Se espera que la recuperación de la actividad económica se traduzca en un fuerte incremento de la demanda de crudo y carburantes. Así lo entienden la OPEP y sus socios, que han acordado incrementar su producción a partir del mes próximo, pese a que el mercado podría verse afectado por el previsible regreso de las exportaciones de Irán. Si se levantan las sanciones, Irán podría poner en el mercado un millón de barriles de crudo al día.