Las tres razones que explican el tropezón de la Bolsa en esta semana
En pocos días el índice Ibex 35 ha pasado de marcar máximos de los últimos nueve años por encima de los 11.400 puntos, a perforar el soporte de los 11.000
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Ha sido una semana negativa en la Bolsa. De hecho ha sido una de las más débiles de todo este año. En pocos días el índice Ibex 35 ha pasado de marcar máximos de los últimos nueve años por encima de los 11.400 puntos, a perforar el soporte de los 11.000. Hoy ha cerrado en 10.992 con una pérdida del 0,67 por ciento. En los peores momentos del día ha ido a buscar los 10.850 La semana bursátil se salda con una caída del 3,6 por ciento. En lo que va de año todavía acumula una revalorización del 9 por ciento.
La estrella del día ha sido Solaria Medio Ambiente, cuyas acciones se han disparado un 10 por ciento. Los rumores de mercado hablan de interés de algunas empresas por hacerse con el control de esta compañía especializada en energía solar fotovoltaica. Solaria ha visto caer su capitalización bursátil hasta 1.600 millones de euros, lo que ha despertado el interés de más de uno. Endesa es el nombre que más se repite. También hay rumores en torno a Repsol. La empresa pública saudí Aramco estudia comprar un 25 por ciento del capital de la filial de renovables de la petrolera española.
Los inversores han tenido que enfrentarse esta semana a tres puntos de fricción en el panorama internacional. El primero de ellos, los resultados de las urnas en Europa y, sobre todo, el adelanto de las elecciones a la Asamblea Nacional de Francia. Existe el temor a que la incertidumbre política se convierta en tensiones financieras. De momento han subido tanto la rentabilidad de los bonos como la prima de riesgo de la deuda francesa, lo que complica la financiación de la deuda del país vecino. Mientras tanto la Bolsa de Paris ha caído con fuerza. Han operado con especial debilidad las grandes entidades financieras galas. BNP Paribas, Société General y Crédit Agricole han sufrido lo suyo en los últimos días. Todos tienen en cartera grandes cantidades de deuda pública.
Además, los mercados han tenido que asimilar la creciente impresión de que la Reserva Federal de Estados Unidos sólo bajará el precio del dinero una vez este año. Hace poco se esperaban tres recortes de tipos. La Reserva no movió ficha en su consejo de este miércoles. Elevó sus previsiones de inflación y mantuvo las de crecimiento económico. La semana pasada el Banco Central Europeo sí que redujo el precio del dinero, lo que ha debilitado al euro en su cruce con el dólar. La moneda común ha pasado en pocas horas de más de 1,08 dólares a menos de 1,07.
El tercer factor que explica la debilidad de la Bolsa en estos últimos días es el temor a las consecuencias de la implantación de nuevos aranceles comerciales por parte de la Unión Europea a los vehículos eléctricos procedentes de China. Las tasas aumentarán hasta alcanzar en algunos casos el 38 por ciento. Se teme una vertiginosa escalada de la tensión comercial entre Bruselas y Pequín. Una escalada que puede afectar a otros sectores, no solo al automovilístico.
Mejor que a las plazas europeas le ha ido a la Bolsa de Nueva York, que ha marcado varios máximos históricos a lo largo de la semana en sus índices S&P 500 y Nasdaq. Las acciones de Apple han superado a las de Microsoft y Nvidia en capitalización bursátil. Ha recuperado el trono de empresa más valiosa de Estados Unidos.