La Bolsa no logra dar continuidad a la reacción de ayer pese al descenso en el precio del petróleo

También la Bolsa de Nueva york abrirá esta tarde en negativo, según apunta el mercado de futuros. Acumula ya una racha de ocho semanas consecutivas con pérdidas, algo que no se veía en Wall Street desde hace muchas décadas.

Dentro de casa, el índice Ibex 35 abre la sesión en 8.550 puntos, con una pérdida del 0,8 por ciento. Bajan los bancos, entre ellos Caixabank, que ha comprado 18 millones de acciones propias procedentes de autocartera, por un importe próximo a los 57 millones de euros. Aguante Telefónica tras conocerse que los analistas del Banco Santander manejan un pecio objetivo para la operadora de 5,80 euros por acción, es decir un euro largo por encima de la cotización actual.

La gran referencia del día se encuentra en los indicadores PMI de actividad en Europa y en Estados Unidos, donde también se conocerán las ventas de casas nuevas. El presidente del país, Joe Biden, ha reconocido que la economía estadounidense atraviesa por un periodo de dificultades, pero asegura que la recesión puede evitarse. Biden estudia reducir algunos aranceles comerciales con China, cuya aplicación han tenido un efecto muy inflacionario en Estados Unidos.

Ya se sabe que ha aflojado el índice PMI del sector manufacturero de Japón. Se mantiene por encima de 50 puntos, lo que indica expansión de la actividad. Pero su ritmo es muy tenue. Se han dejado notar los cuellos de botella en las cadenas mundiales de suministros, el descenso en el consumo mundial y los cierres parciales de algunas ciudades chinas por la pandemia. Por el contrario ha mejorado la actividad en el sector servicios japonés.

Esta tarde, ya con los mercados europeos cerrados, comparecerán el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y la presidente del BCE, Christine Lagarde, ante el foro económico de Davos. Las últimas comparecencias de Lagarde han tenido efectos directos sobre el mercado de divisas, en el que el euro ha reaccionado. La divisa común se cambia esta mañana claramente por encima de 1,06 dólares, cuando hace pocos días rozaba la paridad con el “billete verde” de EEUU. Lagarde ha asegurado recientemente que la economía del Viejo Continente está en condiciones de abandonar las tasas negativas al final del tercer trimestre.

El precio del dinero está en cero en Europa desde hace muchos años, pero el tipo de la facilidad de depósito, al que se refiere Lagarde, se encuentra en el menos 0,5 por ciento. Es decir, el BCE cobra a las entidades financieras que dejan sus excedentes de liquidez “aparcados” en la arcas del Banco. Los analistas dan por hecho que subirá sus tipos de interés de referencia en un cuartillo de punto en julio y otro cuartillo en septiembre. De la Reserva Federal los mercados esperan subidas de medio punto en las próximas reuniones.

Ayer se publicó el índice IFO que mide el clima empresarial en Alemania. Y ha subido más de lo que se esperaba, lo que es una buena noticia. Ha mejorado desde una lectura de 91,8 puntos en abril a 93,0 en mayo. De momento no hay síntomas de recesión en el corto o medio plazo en la locomotora de Europa.

En el mercado petrolero el barril de crudo del Mar del Norte baja un dólar respecto a los precios de ayer. Se paga esta mañana a 109 dólares. Estados Unidos ha pedido a los países integrados en la OPEP que incrementen su producción para reducir los precios del petróleo y los carburantes, que son los principales causantes del aumento de la inflación en medio mundo.