La Bolsa pierde un 15 por ciento en un año para olvidar

El índice Ibex 35 ha aprovechado la semifestividad del día para estirar un poco más las ganancias del pasado viernes. Ha cerrado en 8.539 puntos con una ganancia del 0,54 por ciento. Ha respetado los 8.500 puntos, que es una referencia técnica importante para el mercado. En el conjunto del ejercicio, la Bolsa ha perdido un 15 por ciento. El mercado está en sus niveles más bajos desde el verano de 2016. Es el peor año del Ibex 35 desde el ejercicio 2010. Y también uno de los ejercicios más negativos de su historia. Un año para olvidar. Las mayores caídas de la Bolsa hay que buscarlas en el 28 por ciento que perdió en 2002, en el 22 por ciento que cayó en 2208 y en el 17 por ciento que bajó en el año 2010.  

El mercado se mueve por terrenos muy resbaladizos. Se encuentra más de 2.000 por debajo de los niveles que alcanzó en enero (10.640 puntos). El ánimo de los inversores es frágil. Nadie encuentra motivos para asumir riesgos en Bolsa, ni siquiera tras las fuertes caídas que acumulan los índices y muchos valores.   

Simplificando mucho, ha sido mal año para los bancos y bueno para las eléctricas. El dinero que ha salido de los valores financieros ha buscado refugio en el sector energético. En este año han perdido un 30 por ciento de su valor Banco Sabadell, Bankia y  BBVA.  Por el contrario, Endesa y Naturgy, la antigua gas Natural, han subido un 20 por ciento. Iberdrola ha ganado un 12 por ciento.  Esta mala racha de la Bolsa deja al Banco Santander por debajo de 4 euros por acción. A Telefónica  cotizando a menos de siete euros medio y a Inditex a poco más de 22 euros. 

En general los mercados están preocupados por la previsión de más subidas de tipos de interés por parte la Reserva Federal y  también por la complicada situación de Gran Bretaña con el Brexit. Preocupa además la guerra comercial entre China y EEUU, pero, sobre todo, lo que más pesa en el ánimo de los bolsistas es el temor a una desaceleración de la actividad económica a nivel global. Los últimos datos conocidos indican que el crecimiento de la economía está perdiendo fuelle. 

Una vez cerrado este mal año de Bolsa, los mercados buscan nuevas referencias. En esta semana encontrarán algunas. Tras el paréntesis festivo del día 1, la agenda financiera del miércoles reclama  la atención de los inversores. Se conocerán los indicadores de actividad manufacturera en España, Alemania, China y el Reino Unido. El jueves, el Tesoro español realizará su primera subasta de deuda del año. Colocará bonos y obligaciones,  títulos con vencimiento a medio y largo plazo. El viernes los inversores dispondrán de las cifras de paro de Estados Unidos. Los analistas esperan que la tasa de desempleo se mantenga estable en el 3,7 por ciento. Creen que la economía estadounidense creó en diciembre 175.000 empleos no agrícolas. El viernes, además, se conocerá el IPC de la zona euro. La inflación se encuentra actualmente en el 1,9 por ciento.  Una décima por debajo del objetivo que maneja el Banco Central Europeo.