La Bolsa salva el día sin grandes daños, con el sector bancario como gran protagonista

La Bolsa ha operado hoy de menos a más. El índice Ibex 35 ha cerrado en 7.086 puntos, con una pérdida del 0,35 por ciento, cuando a media mañana ha tenido que buscar apoyo en los 7.000. El sector financiero ha brillado hoy con luz propia. Se ha convertido en un hervidero de rumores y especulaciones. Han subido Bankia y Caixabank, a la espera de que sus consejos de administración aprueben la fusión esta tarde y den a conocer los términos de la operación, en especial la ecuación de canje de acciones.

En las dos últimas semanas, las acciones de Bankia han subido cerca de un 40 por ciento, mientras las de Caixabank han ganado un 13 por ciento.

Los expertos de Berenberg consideran que tras la fusión Bankia / Caixabank, ahora es el Banco Sabadell el que puede convertirse en el objetivo de BBVA o del Banco Santander. El Sabadell ha subido en Bolsa cerca de un 10 por ciento en pocas sesiones. Paralelamente, consideran muy viable la unión de Unicaja con Liberbank, ya que generaría un importante aumento del beneficio por acción, sin que la operación exija una ampliación de capital. Hoy ambos se han disparado en Bolsa.

Han subido un 7 y un 9 por ciento, respectivamente. Los analistas de la firma alemana consideran poco probable que se produzcan concentraciones trasnacionales entre entidades financieras hasta que Europa no ponga en marcha la unión bancaria. Algo que todavía se antoja lejano. En los mentideros bursátiles no se descarta tampoco que el Santander se haga con Liberbank o con Unicaja o con la suma de ambos. Y como guinda, se especula con la posibilidad de que Abanca también tome la iniciativa más temprano que tarde y mueva ficha, quizá sumándose a alguna de estas operaciones posibles que baraja el mercado.

Por el contrario, Telefónica sigue de capa caída. Cotiza en sus niveles más deprimidos desde mediados del año 2003. Mañana viernes se formalizará la revisión del índice paneuropeo EuroStoxx 50, del que saldrán BBVA y Telefónica. Los gestores de fondos que replican este índice han tenido que educir su exposición a estos valores, para ajustarse a la nueva composición de este indicador.

Las referencias hoy no son buenas. Wall Street respondió ayer con muchas dudas. Hoy continúa la tendencia negativa, pero algo más moderada. Los inversores esperaban medidas más drásticas de la Reserva Federal. Esperaban más estímulos monetarios, y no solo la congelación de los tipos de interés. La parte buena es que la Fed ha mejorado sus estimaciones. Espera que la economía estadounidense se contraiga este año un 3,7 por ciento, frente a la caída del 6,5 que pronosticaba en el mes de junio.

Esta tarde se ha conocido que las peticiones semanales de subsidios por desempleo han crecido en EEUU la semana pasada en 860.000 personas, que es algo más de lo esperado. En la semana anterior el crecimiento fue de 890.000.

El mercado europeo

En Europa, el instituto alemán IFW (Instituto para la Economía Mundial por su siglas en ese idioma) ha mejorado sus previsiones de crecimiento para el año en curso, pero ha empeorado sus proyecciones para el ejercicio 21. Espera que el PIB de Alemania se contraiga este año un 5,5 por ciento, frente a la estimación de una caída del 6,8 por ciento que manejaba en junio. Para el año próximo pronostica un crecimiento del 4,8 por ciento, cuando antes esperaba un aumento del 6,3 por ciento.

Por su parte el Banco de Inglaterra ha dejado entrever que podría colocar el precio del dinero en negativo por primera vez en su historia si fuera necesario para alentar la actividad económica. De momento, deja el precio del dinero en el 0,10 por ciento. Dentro de casa, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha asegurado que la economía está recuperándose desde mayo. Espera un crecimiento superior al 10 por ciento en el tercer trimestre.

En el mercado de deuda, la rentabilidad de los bonos a diez años se ha reducido hasta el 0,26 por ciento, su nivel más bajo de los últimos seis meses. Hoy el Tesoro ha vuelto al mercado en busca de financiación. Ha colocado bonos y obligaciones a tres, siete, 20 y 30 años. Ha captado 4.233 millones de euros. Ha mejorado su coste de financiación en todos los plazos.

La rentabilidad de los bonos a tres años, por ejemplo, profundiza en terreno negativo. Ha pasado de menos 0,379 al menos 0,437 por ciento. El Tesoro cada vez cobra más a los inversores que colocan su dinero a este plazo. La deuda pública española sigue disparada. Ha marcado otro récord en 1,3 billones de euros.