La Bolsa siente un escalofrío ante las pobres cifras de actividad económica en el inicio del año

Los inversores no pueden ocultar su preocupación ante las preocupantes cifras de contagios por coronavirus que se están produciendo en medio mundo. La expansión de la pandemia y las previsibles medidas más duras de confinamiento van a restar mucha fuerza a la economía mundial en el primer trimestre del año. El panel de expertos del Banco Central Europeo ha rebajado sus previsiones de recuperación de la eurozona en este año, desde el 5,3 al 4,4 por ciento. Por el contrario, “el consejo de sabios del BCE” ha mejorado sus expectativas para 2022, año para el que esperan un crecimiento del PIB europeo del 3,7 por ciento.

Así lo ha expresado también la propia gobernadora del BCE. Christine Lagarde cree que el empeoramiento de la tasa de contagios y las restricciones al movimiento de la población han golpeado la economía europea en el cuarto trimestre del año 20 y representan grandes riesgos también para los primeros meses del año en curso.

Los índices PMI que miden la actividad económica han remachado este convencimiento. La excesiva lentitud en las vacunaciones y la virulencia de las nuevas cepas ha vuelto a complicar la situación muy seriamente. En el conjunto de la zona euro, el sector servicios se ha deteriorado más profundamente y más deprisa que el industrial. Pero ambos se han resquebrajado. El PMI compuesto de la zona euro, que contempla tanto el sector manufacturero como el no manufacturero, ha caído desde los 49,1 puntos de diciembre a los 47,5 de enero. Se encuentra por debajo de los 50 puntos que sirven de frontera entre la expansión y la contracción económica.

A la vista de estos datos, los expertos no descartan una recesión de doble caída, tras un leve repunte entre ambas. Para los siguientes trimestres, y una vez que las vacunaciones se intensifiquen, los analistas pronostican una progresiva mejoría de la actividad. La Cámara de Comercio estima que la economía española cerró 2020 con una contracción del 10,9 por ciento. Para el ejercicio en curso espera una recuperación del 6,2 por ciento. En su anterior previsión la Cámara manejaba un crecimiento este año del 8,6 por ciento.

También cuecen habas en Japón, donde el PMI de servicios ha empeorado desde 47,2 a 45,7 puntos. El índice de actividad en el sector manufacturero nipón se ha reducido menos, desde una lectura de 50 puntos hasta 49,7. Mejor han ido las cosas en Estados Unidos, donde han crecido tanto la actividad industrial como de servicios. Y ambas se mantienen claramente por encima de los 50 puntos.

Así que la semana termina con debilidad en los mercados de valores. El Ibex 35 queda hasta el lunes en 8.036 puntos, tras perder un 1,06 por ciento en el día y un 2,4 por ciento en el conjunto de la semana. En lo que va de año la Bolsa retrocede ya un 0,5 por ciento.

Han bajado las empresas relacionadas con la actividad turística y los viajes. La aerolínea hispano británica IAG se ha dejado casi un 4 por ciento ante el temor a que se cierre el tráfico aéreo en el Reino Unido. También han flojeado las compañías más expuestas al ciclo económico, como las acereras. Y sigue débil el sector financiero. El Banco de España ha dado a conocer los datos de morosidad. Se ha mantenido estable en noviembre en el 4,56 por ciento.

Ha bajado con especial intensidad el Sabadell, que ha perdido un 5 por ciento, aunque todos los bancos han salido trastabillados de la sesión de hoy. La agenda de publicación de los resultados bancarios se intensificará en los próximos días. Liberbank hará públicos los suyos el miércoles día 27. Las cifras de Bankia se conocerán el jueves y el viernes rendirá cuentas BBVA. Los analistas esperan un beneficio neto de 1.150 millones. Un año antes había publicado pérdidas de 155 millones debido a las fuertes provisiones. Ese mismo día se conocerán las cifras de Caixabank. El Banco Santander publicará sus cuentas el 3 de febrero. Antes, el día 2 se esperan las cuentas de Unicaja.

En el mercado de divisas ha repuntado el euro. Se cambia esta tarde 1,2180 dólares. Además, ha subido la rentabilidad de los bonos. El rendimiento de la deuda española a diez años ha aumentado hasta el 0,13 por ciento. Mientras tanto, los bonos de Estados Unidos operan con un rendimiento del 1,10 por ciento.