Los pobres indicadores de actividad en el sector servicios deslucen la subida de la Bolsa

La Bolsa ha cerrado en positivo, aunque muy por debajo de los máximos “intradía”. Los inversores apuestan por que la curva de contagios y de fallecimientos por coronavirus vaya doblegándose progresivamente según aumenten las vacunaciones. El índice Ibex 35 ha subido un 0,78 por ciento, hasta 8.012 puntos. Ha llegado a rozar los 8.100 en los mejores momentos del día. En las tres sesiones que van de este mes de febrero la Bolsa ha sumado ya algo más de un 3 por ciento.

La Bolsa de Milán ha destacado hoy con una subida del 2 por ciento. El presidente de la República, Sergio Mattarella, ha encargado la formación de gobierno a Mario Draghi, ex gobernador del Banco Central Europeo, tras el colapso de la coalición que soportaba al Ejecutivo de Roma. Draghi tendrá que lidiar con la crisis política y con los enormes desequilibrios que pesan sobre la economía italiana, en especial el déficit y la deuda pública.

Hoy, de momento, el euro se ha debilitado. Ha bajado hasta poco más de 1,20 dólares.

Hoy se han publicado los índices PMI de actividad económica referidos al sector servicios. Los datos no han sido buenos ni en Asia ni en Europa. Los inversores han tenido que hacer un esfuerzo de digestión para asumirlos sin demasiados contratiempos. Este indicador se ha contraído en Japón hasta una lectura de 46,1 puntos, mientras en China ha caído de 56 a 52 puntos. Es una cifra peor de la que esperaba el mercado y su registro más bajo de los últimos nueve meses.

En el conjunto de la zona euro ha empeorado un punto, hasta 45,4. Las lecturas han sido muy pobres en Alemania, Italia y Francia, en todos casos por debajo de la frontera de los 50 puntos, que separa la expansión de la contracción económica.

Mención aparte merece el indicador referido a España, que ha experimentado una severa corrección desde los 48 puntos de diciembre, hasta los 41,7 de enero. La borrasca Filomena se ha sumado a los efectos de los confinamientos y restricciones por la pandemia hasta dar como resultado una intensa caída de la actividad en el sector no manufacturero.

Hace un par de días se conoció que la actividad industrial de España ha caído por debajo de los 50 puntos. Los analistas han torcido el gesto tras estos datos. Hasta ahora se daba por hecho que el sector manufacturero estaba creciendo, aunque a paso lento, mientras la mayor parte del peso los confinamientos se dejaba notar sobre el sector servicios, con el turismo y los viajes heridos de gravedad. Sin embargo, parece que poco a poco también está contagiándose la actividad empresarial.

Tras esta batería de datos queda claro que la economía española está tocada de un ala también en el arranque del nuevo año. Muy distintas son las cosas en Estados Unidos, donde el PMI servicios ha mejorado hasta 58,7 puntos, mientras el sector industrial muestra una lectura de 59,2.

También se ha conocido el IPC de la eurozona. En este caso el dato ha sido algo más alentador. Ha repuntado la tasa de inflación anual hasta el 0,9 por ciento, frente a una contracción de tres décimas en el mes anterior. Mientras tanto, el índice de precios industriales ha mejorado ocho décimas en el mes, aunque la tasa interanual se mantiene en negativo, en el menos 1,1 por ciento, concretamente.

En el campo empresarial, la Bolsa ha dado por buenas las cifras que ha publicado el Banco Santander. Ha registrado pérdidas de 8.771 millones de euros en el ejercicio 20, después de destinar 12.600 millones de euros a provisiones y saneamientos por el deterioro de su fondo de comercio en Estados Unidos y Gran Bretaña y tras destinar otros 1.150 millones a ajustes en España. Son las primeras pérdidas de su historia. El año anterior había ganado 6.515 millones. El beneficio ordinario del banco cántabro, sin contabilizar extraordinarios, ha alcanzado los 5.080 millones de euros el año pasado, lo que supone un descenso del 38 por ciento.

En el cuarto trimestre Santander ha ganado 277 millones, una cifra inferior a la que esperaba el mercado. El banco ha anunciado el pago de un segundo dividendo con cargo a 2020 por importe de 2,75 céntimos de euro por acción, siempre que el BCE de su visto bueno. Ya ha repartido 10 céntimos en acciones. Espera volver pronto a una política de dividendos completamente en efectivo, con un "pay out" (porcentaje del beneficio que se destina a dividendos) de entre el 40 y el 50 por ciento.