CEOE prevé una caída del PIB de entre el 8 y el 15,5 % en 2020 por COVID-19
La evolución de la vuelta a la actividad y el impacto que podría tener un posible confinamiento por un rebrote del virus en otoño y la intensidad del mismo, serán determinantes
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La CEOE prevé una caída de la economía de entre un 8 % y un 15,5 % en 2020, en función de la evolución de la vuelta a la actividad y el impacto que podría tener un posible confinamiento por un rebrote del virus en otoño y la intensidad del mismo.
Un informe sobre la estrategia para la recuperación de la crisis del COVID-19, presentado este lunes, detalla que en un escenario central, sin un rebrote en otoño, el crecimiento económico caería un 8 %, cifra que ha empeorado en tres puntos la prevista en sus proyecciones de hace un mes (-5 %).
En este escenario, asegura el informe, España supera la pandemia en el tercer trimestre de 2020 y recupera la normalidad en términos de movilidad en la segunda mitad de 2020.
Si coincidiendo con la vuelta de los niños a los colegios en otoño hubiera un rebrote de los casos de contagio que requiriera un nuevo confinamiento general de la población, la actividad económica en España caería un 12 %, según las previsiones que plantea la CEOE dentro del escenario central.
Este escenario "podría agravarse si no hay una acción temprana, coordinada y contundente tanto en el frente sanitario (test masivos) como en el económico (medidas de apoyo), para evitar que, lo que en principio es un shock temporal, cause daños permanentes, desempleo de larga duración y cierre de empresas productivas".
De ser así, el descenso de la economía sería del 15,5 %, muy superior al 9 % que hace un mes la patronal CEOE contemplaba como el escenario más pesimista.
En este escenario adverso, ha explicado en la presentación del informe el vicepresidente de CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, existe "un nivel de parálisis y de confinamiento mucho más duro y una recuperación de la actividad muchísimo más lenta".
En este escenario influirían también unas peores previsiones sanitarias, contemplando la posibilidad de que se retrasen los antivirales y la vacuna.