El enfriamiento económico llega al ladrillo

El ciclo inmobiliario se agota. El parón del consumo se había hecho evidente hasta ahora en el mercado del automóvil, en la caída de las matriculaciones pero empieza a ser una realidad en otros sectores como el inmobiliario. Lo confirma la última estadística Tinsa IMIE Mercados Locales. El precio de la vivienda subió un 3,8% en el tercer trimestre del año pero ya hay descensos en seis comunidades autónomas, 19 provincias y 15 capitales.

Destaca sobre todo el caso de Barcelona que registra la primera caída interanual desde 2013. Los pisos se abarataron un 1% entre julio y septiembre respecto al mismo periodo del año anterior. Hay ajustes en seis de los diez distritos de la Ciudad Condal. En Madrid también es patente el frenazo. Es cierto que el valor medio todavía se anota todavía subidas del 3% pero estamos lejos de los dos dígitos de incremento de los últimos ejercicios. Las dos grandes capitales habían liderado la recuperación. Es donde más se había encarecido la vivienda desde que tocó fondo con la crisis. Ahora son el ejemplo del agotamiento del mercado.

“Todo indica que estamos cerca del techo en el mercado inmobiliario. Desde luego las señales son de ralentización, igual que en el plano económico”, señala a COPE Rafael Gil, director de estudios de Tinsa. “Los incrementos que veníamos percibiendo en el último lustro se están agotando”, concluye.

Navarra encabeza las subidas

En ninguna comunidad autónoma vemos ya incrementos de dos dígitos. Entre julio y septiembre, Navarra (6,1%) fue la única región donde los precios de la vivienda se encarecieron por encima del 5%. También destacan los incrementos registrados en Aragón (4%) y País Vasco (3,9%). Todavía en positivo están la Comunidad Valenciana (3,8%), Baleares (2,7%), Madrid y Cataluña (2,6%), Cantabria (2,1%), Extremadura y Canarias (1,7%) y Andalucía (1,4%).

Por el lado contrario, destacan las caídas registradas en Galicia (5,7%), Asturias (5,5%), Melilla (4,7%), Castilla y León (2,8%), Castilla-La Mancha (0,5%) y La Rioja (0,1%).

Desde mínimos, las comunidades autónomas más dinámicas en los últimos años a gran distancia del resto son Madrid y Cataluña, 42% y 33%, respectivamente. En Extremadura, Asturias, Galicia y Castilla-La Mancha y Castilla y León, el precio medio se ha incrementado menos de un 5% desde el punto más bajo alcanzado en la crisis.

Esfuerzo financiero de las familias

Los españoles destinan de media el 20,1% de sus ingresos familiares disponibles a afrontar el primer año de hipoteca. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la hipoteca media en España se situó en 122.965 euros en el segundo trimestre de 2019 (último dato disponible). Cada mes, el pago de la cuota hipotecaria supone un desembolso medio de 587 euros.

Las diferencias geográficas en el nivel de esfuerzo financiero, que relaciona rentas familiares con el importe medio de las hipotecas en cada zona, continúan siendo significativas en España. Málaga, donde se destina un 27,1% de los ingresos disponibles para una hipoteca media de 144.265 euros, Baleares (25,5%) y Barcelona (22,1%) son las provincias que realizan un mayor esfuerzo financiero, frente a las provincias de La Rioja, Lugo, Castellón, Lleida y Tarragona (por debajo del 15%).

En las dos capitales principales, Madrid y Barcelona, el esfuerzo financiero neto alcanza un 21% y 25,9%, respectivamente. En Madrid superan la tasa del 25% los distritos de Moncloa- Aravaca, Salamanca, Chamberí, Chamartín y Arganzuela; en Barcelona, los de Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi (ambos por encima del 30%), Ciutat Vella, Eixample y Gràcia.

La cuota mensual hipotecaria más elevada se registra en la provincia de Baleares (863 euros), seguida de Barcelona (757 euros) y Madrid (735 euros), muy por encima del pago promedio que se realiza en Lugo (345 euros), Jaén (363 euros) y Cuenca (366 euros), provincias con las cuotas más reducidas.