Continúa la debilidad de las Bolsas; el dinero busca refugio en la deuda pública y en el oro
El índice Ibex 35 cierra la sesión en 8.406 puntos, con una pérdida del 0,83 por ciento
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Ante la escalda de la inflación, el debilitamiento de la actividad económica y las subidas en el precio del dinero, los inversores están reduciendo su exposición a los activos de mayor riesgo. Descargan sus carteras de criptomonedas y reducen su presencia en las Bolsas. El dinero que sale de estos mercados busca un puerto de atraque en la deuda pública (donde suben los precios y bajan las rentabilidades) y en el oro, que sube hasta 1.840 dólares por onza. El índice Ibex 35 cierra la sesión en 8.406 puntos, con una pérdida del 0,83 por ciento.
La sombra del enfriamiento económico es cada vez más alargada. Los analistas de Funcas se han sumado a la extensa serie de instituciones y servicios de análisis que han reducido sus previsiones. La esperada mejora del sector exterior no conseguirá enjugar la caída de la caída de la demanda interna. La Fundación de las Cajas de Ahorro ha rebajado sus expectativas de aumento del PIB en este año hasta el 4,3 por ciento, frente al 4,8 que manejaba anteriormente. Se alinea con las proyecciones del propio gobierno, que ha reducido recientemente su estimación desde el 7 al 4,3 por ciento. Funcas justifica su decisión por los coletazos de la pandemia, por los efectos de la guerra en Ucrania y por la subida de los precios de la energía. Espera una inflación media del 6,9 por ciento este año, lo que supone 1,5 puntos por encima de su anterior proyección. Funcas espera que la inflación se reduzca hasta el 2,2 por ciento el año que viene, es decir muy cerca del objetivo el 2 por ciento que es el objetivo del Banco Central Europeo.
El Fondo Monetario Internacional espera un crecimiento del PIB español este año del 4,8 y el Banco de España un 4,5, aunque este organismo ya ha anunciado que revisará sus estimaciones en el mes de junio. Se espera que lo haga hasta el 4 por ciento. Al otro lado del Atlántico, los analistas del banco estadounidense Wells Fargo pronostican una importante caída de la actividad económica en el país de las barras y las estrellas. Esperan que el PIB de EEUU cierre el año en el 1,5 por ciento, frente al 2,2 que estimaba anteriormente. Para el ejercicio 2023 esperan un crecimiento negativo de medio punto, cuando antes pronosticaban un crecimiento del 0,4. Wells Fargo ha sido el primero en hablar directamente de recesión en Estados Unidos en el año venidero.
También negativos, pero menos, los expertos de Goldman Sachs y los de Morgan Stanley, que trabajan con una probabilidad de recesión del 15 y del 25 por ciento respectivamente en los dos próximos doce meses. Ambos aseguran que no es despreciable el riesgo de recesión en Estados Unidos, sobre todo a lo largo del año 23. Por su parte, JP Morgan Chase asegura que los mercados de acciones ya están descontando el riesgo de una recesión, con una probabilidad de hasta un 70 por ciento. Aluden a la guerra en Ucrania, a los cierres de poblaciones en China por el coronavirus y a las subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. El lado bueno es que si finalmente no se produce ese crecimiento negativo, las Bolsas tienen un amplio margen para recuperarse.
Mientras tanto los analistas de Goldman Sachs han rebajado sus previsiones de crecimiento de Estados Unidos. Han recortado sus estimaciones para este año desde el 2,6 al 2,4 por ciento. Para el ejercicio próximo pronostican un crecimiento del PIB del 1,6 por ciento, frente al 2,2 de su anterior estimación. Los expertos de la firma creen que la tasa de desempleo se quedará en el 3,4 por ciento este año y subirá al 3,7 el próximo.