¿Cuál es el sueldo de la felicidad? Los expertos ponen cifra a lo que deberíamos ganar para estar bien
¿A mayor cantidad de dinero, más felicidad? La respuesta es sorprendente y nos diferencia a hombres y a mujeres
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Dinero, felicidad...Acudimos a la filosofía, ¿qué decía Platón en La República sobre el dinero y la necesidad de riquezas? Resumiendo mucho, algo así como que el dinero no da la felicidad. "El dinero", decía el fundador de la Academia de Atenas, "es una invención humana que debe estar orientada al fin para el que fue creado, es decir, a intercambiar bienes para satisfacer necesidades". Platón sostiene que para ser feliz se debe ser virtuoso, y que en la riqueza, la virtud se encuentra en la moderación.
Y no estaba desencaminado el filósofo que nos dejó escrita su doctrina allá por el 387 a. C. Muchos siglos después, cuando no hemos dejado de especular sobre si el dinero nos da o nos quita la felicidad, la Universidad de Purdue (situada en West Lafayette ciudad del condado de Tippecanoe en el estado de Indiana), asegura que "el dinero solo compra la felicidad por una cierta cantidad".
El Departamento de Ciencias Psicológicas de esta universidad estatal estadounidense destaca que quizá "no hay un techo cuando se trata de cuánto dinero se necesita para alcanzar la felicidad, pero sí hay algunos umbrales". El estudio (que usó datos de la Gallup World Poll, una encuesta realizada a casi dos millones de personas en 164 países), buscaba saber en qué momento el dinero ya no cambia tu nivel de bienestar y "encontramos que el punto de ingreso ideal es de 95.000 dólares para la evaluación de la vida y de 60.000 a 75.000 para el bienestar emocional".
Si tuviéramos ingresos entre los 75.000 y los 95.000 dólares, dicen los consultados podríamos vivir muy bien a largo plazo, pero si esos ingresos fueran aun superiores, tendríamos problemas porque "ganar demasiado dinero", en términos de felicidad, pueden minar ese estado de satisfacción espiritual y física. Cuanto más se tiene, más se aumenta el nivel de vida, nos acostumbramos a un ritmo de gastos y lujos que obliga a mantener el nivel de ingresos. De ahí que el estudio revele que no por tener más dinero una persona es más feliz que una que tiene menos.
La Universidad de Princeton -también en Estados Unidos-, ha rescatado un trabajo con el que se demuestra que tener un bajo nivel de renta puede provocar dolores emocionales. El estudio, realizado por dos eminencias, el Premio Nobel de Economía y profesor de Asuntos Públicos e Internacionales de Princeton, Sir Angus Deaton, y el profesor de Economía y psicólogo, Daniel Kahneman también pone cifras concretas, cantidad al que han denominado "salario de la felicidad", una suma de dinero que está al alcance tan solo de algunos, al menos en España.
¿De qué cantidad de dinero estamos hablando? Pues según Deaton y Kahneman, la cantidad de dinero que debemos cobrar al año y que nos lleva a la felicidad son unos 75.000 dólares, en euros, unos 60.000. Un sueldo que está muy lejos del salario medio español, que se sitúa en torno a los 25.000 euros brutos anuales. Para tener esos ingresos habría que cobrar al mes en torno a 4.000 o 5.000 euros y en España los salarios medios se sitúan alrededor de los 1.500 euros o menos.
En la Unión Europea la nómina mensual ronda los 2.194 euros. Por su parte, España se sitúa en la mitad superior de la tabla, aunque por debajo del sueldo medio. Liderando el ranking encontramos Luxemburgo con 3.502 euros, seguido de Dinamarca con 3.458 y Alemania que cierra ese pódium de sueldos con 3.003 euros mensuales. Además, entre los 2.500 y los 3.000 euros se ubican seis países, entre ellos Finlandia, Austria o Irlanda.
Según los datos de la Agencia Tributaria en 2021, y la Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada del 2020 por el INE: la ganancia media anual por trabajador fue de 25.165,51 euros con un aumento del 3,2% respecto al año anterior. Los asalariados de Hostelería tuvieron la ganancia media más baja, con 14.136,95. Siendo el sueldo más bajo con 13.765,34 euros el de los Trabajadores no cualificados en servicios (excepto transporte).
Por sexo, la ganancia media anual fue de 27.642,52 euros para los hombres y de 22.467,48 euros para las mujeres.
Que el sueldo no lo es todo, lo demuestra la Encuesta Adecco sobre Felicidad en el Trabajo, edición tras edición. De hecho, lo más importante para ser feliz en el trabajo, para la mayoría de los encuestados, es la flexibilidad horaria o un buen horario de trabajo que ayude a conciliar su vida personal con la profesional. El segundo lugar es poder disfrutar de un buen ambiente laboral, y tener un buen jefe o líder, aparece en el tercer lugar. Y es en cuarto lugar cuando aparece como importante tener un buen salario, es más, el 62,4 % de los consultados estaría dispuesto a sacrificar salario en beneficio de felicidad laboral.
Los hombres, felices con menos
En esto del dinero y la felicidad, hombres y mujeres también somos diferentes. A nivel mundial, es más barato que los hombres estén satisfechos con sus vidas con unos ingresos medios que podríamos situar en los 73.000 euros; mientras que ese suelo salarial sería de 81.000 euros para que una mujer se sintiera feliz, muy satisfecha con sus ingresos.
Si nos fijamos en el nivel académico, las personas con menos estudios se consideran satifechos con un sueldo anual de 57.000 euros; para las personas con estudios universitarios o incluso superiores ese suelo se sitúa en 93.000 euros puesto que estas últimas tienen mayores aspiraciones.
¿El dinero compra la felicidad?
Aún nos hacemos otra pregunta, ¿puede comprar el dinero la felicidad? Los psicólogos Elizabeth W. Dunn, Lara B. Aknin y Michael I. Norton, en un artículo publicado en la revista Science, concluían que el dinero puede comprar la felicidad, siempre que el dinero se gaste en otra persona.
Es decir, cuando gastamos dinero en regalos para otros o lo damos para obras de caridad nos sentimos realmente felices. En el artículo hacen referencia a un experimento realizado en una empresa: los participantes de la investigación recibieron entre 5 y 20 dólares y se les pidió que gastaran ese dinero o en ellos mismos o en otra persona. Los que gastaban el dinero en otros eran más felices y la cantidad de dinero no importaba.
Por otro lado, la revista Psychology Today publicó un estudio que demostraba que los hijos de padres ricos tienen un mayor riesgo de sufrir depresión, ansiedad, trastornos alimentarios y pueden abusar de fármacos psicotrópicos. Los investigadores también descubrieron que, a medida que nos volvemos más ricos, podemos ser menos éticos y menos empáticos. La riqueza, concluía ese estudio, infunde una sensación de libertad y cuanto más ricos somos, menos nos preocupamos por los problemas y los sentimientos de los demás.