Descubre las 4 claves para entender tu nómina
La mal llamada "subida de impuestos a los ricos” va a suponer elevar el gravamen hasta el 52% a los trabajadores que ganen 140.000 euros al año.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La subida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a aquellos trabajadores que ganen más de 140.000 euros anuales parece un hecho. Lo confirmaba el pasado lunes la ministra se Hacienda, María Jesús Montero, en la entrevista en Herrera en COPE. La mal llamada "subida de impuestos a los ricos” va a suponer elevar el gravamen hasta el 52%. Esto va a generar un cambio en las nóminas de muchas personas que alcanzan estas cifras.
Pero, ¿entendemos los conceptos que aparecen en nuestras nóminas? Al hilo del posible aumento del IRPF, vamos a tratar de explicar las cuatro claves para comprender mejor todos y cada uno de los datos que aparecen en nuestras nóminas: periodo de liquidación, percepciones salariales y no salariales, retenciones, deducciones, y bases de cotización.
1. Periodo de liquidación
La estructura suele ser la misma, con un encabezado en el que aparecen todos nuestros datos y los de la empresa. Y es en este punto donde aparece una de las primeras claves: el periodo de liquidación. En él, aparece el intervalo de tiempo por el que se remunera al trabajador. Se incluyen los días, el mes y el año.
2. Salario
Respecto a la percepción económica que recibe el trabajador podemos hacer una división entre la salarial y la no salarial. La primera pertenece al salario base más los pluses: horas extraordinarias o los complementos. En caso de no tener pagas extraordinarias, también aparecerían en este punto las pagas prorrateadas. Es decir, la parte proporcional del total de las pagas, abonadas mensualmente al trabajador. Por otro lado estarían las no salariales: las dietas o los gastos de transporte.
3. Retenciones y deducciones
Entramos en terreno pantanoso para muchos... Para empezar, ¿qué es una retención? Las retenciones son aquellas cantidades de dinero que se le restan al contribuyente por parte del pagador para ser aportadas a la Administración. Son tasas como las cotizaciones a la Seguridad Social y la retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El importe de este último dependerá del tramo de cotización que funciona en base al salario anual del trabajador.
¿Y las deducciones? Son aquellas reducciones de las cantidades sujetas a tributación con las que el Estado incentiva actividades. Se aplican a nivel estatal y autonómico. Aquí, encontramos las aportaciones a las contingencias comunes, al desempleo y a la formación.En este punto es importante aprender a diferenciar entre el salario bruto y neto. El bruto es la suma de todas las percepciones económicas. El neto, por su parte, es el resultado de restarle al bruto todas las deducciones y retenciones practicadas por la empresa.
4. Bases de cotización
Y por último llegamos al final de nuestro recorrido. La parte que suele cerrar el documento. Las bases son muy simples de entender. Sirven para calcular las posibles prestaciones a las que tendremos derecho gracias a los años trabajados y a las retenciones que se nos han practicado durante ese tiempo. Hay que recalcar que estas bases nos dan derecho a futuras prestaciones. No debemos caer en el error de creer que ese dinero que nos quitan se guarda para nosotros en el futuro. De esta manera, la base de cotización nos indicará el tipo de prestación por desempleo a la que podremos acceder en caso de quedarnos sin trabajo.
En resumen, es importante conocer bien nuestra nómina y la importancia que tiene cada punto en la contribución a nuestra administración pública. Y también es importante ser conscientes del gran peso impositivo que recae sobre los asalariados con nómina.