El rendimiento del bono español a diez años toca mínimos históricos, por debajo del 0,10 por ciento

Los mercados dudan en un decorado económico y geopolítico confuso y difuso. El dinero sigue buscando consuelo en la deuda española y en la alemana, lo que hace subir sus precios y bajar sus rentabilidades. El rendimiento de las obligaciones españolas de referencia a diez años ha llegado a moverse hoy por debajo del 0,10 por ciento, aunque ha cerrado algo más arriba.  El “bund” alemán al mismo plazo ahonda en su rentabilidad negativa y ofrece un menos 0,60 por ciento. De momento no ha influido en este mercado la incertidumbre política en España ni sus posibles riesgos para la economía. Los analistas advierten sobre el peligro que entraña el mercado de deuda pública, con unos precios demasiado altos. Sostienen al mercado las masivas compras de bonos que han realizado y realizan los grandes bancos centrales y la afluencia de los inversores que huyen de otros activos. Pero la burbuja puede explotar en cualquier momento.

De nuevo los referentes económicos no han sido demasiado halagüeños. El índice de precios industriales ha caído en España en agosto hasta el menos 2,5 por ciento. Ha empeorado cerca de dos puntos, lo que indica un descenso de la actividad en el sector fabril.  La confianza del consumidor ha mejorado en Francia. Algo mejor es el dato de venta de casas que se ha publicado Estados Unidos. Se han vendido 713.000 viviendas en agosto, frente a las 666.000 del mes anterior. 

La buena noticia es que ha mejorado un tanto el decorado en cuanto a las negociaciones comerciales entre las dos mayores potencias económicas del mundo. El presidente Trump ha asegurado que puede producirse un acuerdo con China antes de lo que se esperaba y ha añadido que los términos del acuerdo serán muy beneficiosos para las Bolsas. Pero poco antes había advertido a China de que no aceptará un mal acuerdo. Y acusaba a Pequín de debilitar artificialmente su divisa. Las delegaciones de alto nivel de ambos países retomarán las negociaciones a la vuelta de dos semanas.

Con este panorama, el índice Ibex 35 ha bajado un 0,36 por ciento, hasta  9.085 puntos. Ha rebotado al tocar los  9.000 puntos. Ha cerrado lejos de los mínimos “intradía”. Los bancos han operado con mucha inestabilidad, lastrados por el enfriamiento de la actividad económica y por el horizonte marcado por tipos de interés muy bajos durante mucho tiempo. Según estimaciones del BCE el escalonamiento de la tasa de depósito, permitirá un ahorro de unos 4.000 millones de euros a las entidades financieras europeas. En su último consejo, el BCE endureció la facilidad de depósito, del menos 0,4 al menos 0,5 por ciento. Es la penalización que deben pagar los bancos por dejar aparcados sus excedentes de liquidez en el BCE.  Paralelamente, escalonó la aplicación de esta medida, de forma que dejará sin gravar unos 800.000 millones de euros.

Al final los bancos han subido muy ligeramente. El Santander ha contabilizado un deterioro de 1.500 millones de euros en su fondo de comercio del Reino Unido debido en parte a los cambios regulatorios y en parte a la incertidumbre económica que genera el Brexit.  El impacto será efectivo en las cuentas del tercer trimestre, que se publicarán dentro de pocos días. La entidad distribuirá el 1 de noviembre su dividendo a cuenta del ejercicio 2019 por importe de diez céntimos de euro por acción en efectivo. A partir de ahora, el banco cántabro repartirá el dividendo en dos pagos, frente a los cuatro anteriores. Serán pagos semestrales en lugar de trimestrales. Ha subido Bankinter, que hoy paga dividendo. 

En los demás mercados, el petróleo se ha abaratado hoy más de un 2,5 por ciento. La impresión de que Arabia volverá pronto a los niveles de producción anteriores ha pesado más que las amenazas de Estados Unidos a Irán. Las reservas de crudo de la AIE han aumentado en 2,4 millones de barriles. Un crecimiento muy abultado y muy inesperado. El euro continúa por debajo de 1,10 dólares. La libra esterlina se ha dado la vuelta al rozar el cambio de 1,25 dólares. Esta tarde se paga por debajo de 1,24 dólares. Los inversores esperan una moción de censura sobre el primer ministro, pero no acaba de producirse. El rendimiento de los bonos del Reino Unido a 30 años han caído al 0,5 por ciento. A ese mismo plazo los bonos de Estados Unidos rinden un 1,70 por ciento.