MEDIOAMBIENTE PLÁSTICOS
Estudio ve necesario acelerar la circularidad y descarbonización del plástico
El reciclaje, la reutilización de las materias primas y la producción mediante fuentes renovables son algunas de las estrategias que el informe ReShaping Plastics ha enumerado para acelerar un cambio de sistema, en la industria del plásticos, y alcanzar el objetivo marcado por la Unión Europea de neutralidad carbónica en 2050.
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El reciclaje, la reutilización de las materias primas y la producción mediante fuentes renovables son algunas de las estrategias que el informe ReShaping Plastics ha enumerado para acelerar un cambio de sistema, en la industria del plásticos, y alcanzar el objetivo marcado por la Unión Europea de neutralidad carbónica en 2050.
El estudio, presentado hoy, ha sido elaborado por la consultora SYSTEMIQ con el apoyo de un Comité Directivo independiente -entre los que destacan el ex primer ministro de Finlandia, Jyrki Katainen, eurodiputados y miembros de las principales empresas del sector-, y un panel de expertos políticos, académicos, empresariales y de ONGs.
Los analistas han advertido de que el plástico es un material muy útil para la sociedad actual en ámbitos como el transporte, la sanidad o la construcción; aunque han observado que, en Europa, se deben incrementar los niveles de reciclaje, frente a la incineración o el depósito en vertederos.
Por eso, han instado a acelerar medidas hacia la circularidad del plástico para lograr que en 2030 se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en un 33 % y la eliminación de desechos en un 46 %, en comparación con los niveles del año 2020.
Desde Plastics Europe, entidad impulsora del estudio ReShaping Plastics: Pathways to a Circular, Climate Neutral Plastics System in Europe, coinciden en la necesidad de acelerar el cambio sistémico hacia la circularidad y la neutralidad carbónica y apoyan el llamamiento a una colaboración más intensa y efectiva con la cadena de valor.
La directora general de Plastics Europe en la región ibérica, Alicia Martín, ha explicado que cualquier transición requiere tiempo y que aunque no existen soluciones mágicas, la industria lleva tiempo invirtiendo para mejorar los procesos de producción y técnicas de reciclado.
Nuestras empresas se han comprometido a invertir 2.600 millones de euros en el año 2025 y 7.200 millones en 2030 para poder avanzar en esta tecnología novedosa -en referencia al reciclado químico- que vendrá a complementar el reciclaje mecánico, ha detallado en una entrevista a la Agencia EFE.
A nivel general, según las conclusiones del informe, se requieren cambios en los marcos regulatorios, en los comportamientos, además una inversión de aproximadamente 160-180 mil millones de euros entre 2020 y 2050.
De esta forma, desde Plastics Europe han planteado una serie de medidas que ayuden a la circularidad como una hoja de ruta para sus miembros dirigida a una transición de la industria hacia 2050 o garantizar que todas sus posiciones políticas estén diseñadas hacia las cero emisiones netas a través de palancas de circularidad aguas arriba (pre-consumo) y aguas abajo (post-consumo).
Y, como medida añadida, explorar para este año la creación de una nueva plataforma de múltiples partes interesadas, inspirada en el Comité de transición de los plásticos propuesto en el informe, que intensifique el diálogo y la colaboración con los responsables políticos.
En España, el pasado jueves el Congreso de los Diputados aprobó definitivamente, tras acatar las enmiendas del Senado, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una economía circular, que fija nuevos objetivos de reducción y prohíbe la venta de productos de plástico de un solo uso o un impuesto para el depósito de residuos en vertederos y la incineración, entre otros cambios.
En este sentido, Martín ha comentado que dan la bienvenida a una ley que reconoce su petición de contemplar la neutralidad tecnológica; aunque también se han mostrado más escépticos con la falta de neutralidad material.
Para ellos, el impuesto a los envases de plástico no reutilizables -a razón de 0'45 euros por kilogramo- es desproporcionado y discriminatorio, ya que, en su opinión, no tendrá grandes resultados en el objetivo medioambiental y, finalmente, el coste llega al ciudadano. EFE
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