Frena la instalación de placas solares un 26%: el sector habla de estabilización

El ritmo de instalación de autoconsumo cayó un 26% en el primer trimestre del 2024, una tendencia a la baja con la que también despedía el 2023. Según los datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), el sector industrial es el que más se resiente, con una desaceleración del 30% en el ritmo de instalación de las placas solares, seguido del comercial, con un 22%, y del doméstico, con un 15%.

En España hay unas 70.000 instalaciones solares en industrias y empresas y alrededor de 410.000 en viviendas, según las asociaciones del sector. El autoconsumo vivió su momento álgido en 2022, de hecho, más de la mitad de las placas solares que hay en nuestro país se hicieron en ese año por el subidón en los precios de la energía eléctrica, que se aceleró tras la guerra en Ucrania, y las subvenciones europeas a través de los fondos Next Generation.

Esa escalada en los precios de la luz se ha ido moderando, pese a que en marzo el Gobierno terminó con el IVA reducido, de modo que el impuesto volvió al 21%. Por otro lado, las ayudas (que se tramitan a través de las comunidades autónomas) tardan en llegar meses e, incluso, años. Y estos dos factores han influido en ese frenazo en la instalación de placas solares.

“Nos encontramos en un momento de estabilización del autoconsumo en España. La pérdida de la percepción de altos precios de la energía por parte de la ciudadanía, así como la reducción del poder adquisitivo de las familias debido al aumento de la inflación, junto con el agotamiento de las ayudas contempladas dentro de los Fondos de Recuperación motivan estos datos”, explica José Donoso, director general de UNEF.

Además, no se puede perder de vista el escenario inflacionista en el que seguimos moviéndonos: “La subida de los precios y de los tipos de interés también ha afectado al sector porque muchos no pueden afrontar la inversión que supone el autoconsumo”, añade Donoso.

Sin embargo, las previsiones para lo que queda de año no son malas, por la subida de los precios de la luz, que se dejará notar ya en el recibo de junio. A partir de entonces, el sector cree que se animará de nuevo el mercado. Además, las compañías ahora ofrecen más incentivos y los precios de las instalaciones de autoconsumo han bajado. En el caso de una doméstica, el desembolso ronda los 7.000 euros, aunque depende mucho del tamaño de la instalación o del consumo energético de la vivienda.

En muchos casos, esa inversión inicial se queda en la mitad, una vez se reciben las subvenciones o las bonificaciones que hay en muchos municipios en el Impuesto de Bienes Inmuebles, IBI, que pueden llegar incluso al 50%. También se puede sumar una deducción de IRPF, que varía dependiendo de la mejora en la eficiencia energética de la vivienda.

Sin tener en cuenta estas ayudas, se calcula que el desembolso inicial se amortiza en un periodo de entre 6 y 9 años, dependiendo de la eficiencia y del uso. Dado que la vida útil de las placas solares fotovoltaicas ronda los 25 años, los hogares que las instalan cuentan con entre 16 y 19 años de ahorro neto. “El mínimo que se ahorra es un tercio de la factura, pero depende de los consumos. Si se llevan esos consumos a las horas de luz, pues el ahorro es mucho mayor y hay quién consigue el 100%”, detalla el director general de UNEF.

Actualmente, solo un 5% los hogares tienen placas, lejos de los datos de otros países, como Alemania, con un 20%; u Holanda, con el 35%, países con muchas menos horas de sol.

El sector pide “nuevas formas de impulso económico al autoconsumo más eficientes, como desgravaciones fiscales, siguiendo el ejemplo de países como Alemania y el Reino Unido, que ya aplican un IVA del 0% a estos proyectos, reducir los retrasos en la gestión administrativa de los proyectos”.