Las Bolsas dejan pasar el día sin pena ni gloria a la espera del BCE y del Banco de Inglaterra

La irregularidad y la falta de rumbo han marcado la sesión de Bolsa. Los inversores necesitan más datos. Mañana tienen una importante cita con el Banco Central Europeo y con el Banco de Inglaterra, que celebran sus respectivos consejos de gobierno. Del BCE no se esperan grandes noticias esta semana, aunque los mercados escucharán con atención a su presidenta, Christine Lagarde. Pero sí se esperan movimientos por parte de la autoridad monetaria británica. El Banco de Inglaterra, más alineado con la Reserva Federal, podría volver a subir el precio del dinero. A mediados de diciembre ya elevó su tipo de referencia en 15 puntos básicos, hasta el 0,25 por ciento.

El índice Ibex 35 queda para mañana en 8.713 puntos, tras anotarse una tímida pérdida de un 0,15 por ciento. Han cerrado con ganancias numerosos valores industriales, también Telefónica y casi todos los bancos, entre ellos el Santander, que ha publicado muy buenos resultados. Su beneficio neto ha alcanzado los 8.124 millones de euros en 2021, frente a las pérdidas de 8.770 millones contabilizadas en 2020. En aquel ejercicio realizó un intenso esfuerzo de saneamiento, con fuertes dotaciones y provisiones, por lo que no es un buen comparable. El beneficio ha crecido un 25 por ciento en relación con las cifras de 2019, el año anterior a la pandemia, el último año “normal”. La entidad repartirá el 40 por ciento de su beneficio en dividendos, con la intención de aumentar ese porcentaje en el futuro hasta el 50 por ciento. Recuperará los pagos en efectivo y las recompras de acciones. Mañana le tocará el turno a BBVA. Publicará sus resultados antes de que abra la Bolsa. Los analistas esperan un beneficio de 4.400 millones de euros en el ejercicio 21.

En el mercado petrolero, la OPEP ha hecho oídos sordos a las peticiones de Estados Unidos para que aumente sus exportaciones con mayor rapidez. Este cartel se ha mantenido en sus trece de aumentar su producción en 400.000 barriles por día a partir de marzo, pero no más. La OPEP y sus socios, entre ellos Rusia, producen más del 40 por ciento del crudo que se consume en el mundo. Esta tarde el barril se paga a poco menos de 90 dólares. Se ha encarecido más de un 13 por ciento en lo poco que va de año. Se mantiene, por tanto, en sus niveles más altos desde 1994.

En el precio del petróleo influye la tensión en la frontera de Ucrania, pero sobre todo se deja notar el aumento de la demanda debido a la progresiva recuperación de la economía mundial. Mientras tanto la oferta aumenta casi con cuentagotas. Los analistas pronostican para este verano un precio de entre 100 y 120 dólares. Los altos precios del petróleo, el gas y la electricidad hacen pensar en una inflación alta durante mucho tiempo más. Hoy mismo se ha publicado el IPC de la zona euro. Ha marcado un nuevo máximo en el 5,1 por ciento, que es un registro nunca antes visto, al menos desde que la oficina europea de estadísticas, Eurostat, comenzó a elaborar la serie en el año 1997. La energía se ha encarecido cerca de un 30 por ciento en los últimos doce meses.

En el mercado de divisas destaca la importante reacción del euro, que se cambia por 1,13 dólares. En las “criptos” el Bitcoin ha dado un paso atrás. Se negocia esta tarde a 37.000 dólares. En el mercado de deuda destaca el repunte en la rentabilidad de los bonos de Alemania a diez años. El “bund” vuelve a mostrar rendimiento positivo después de dos años y medio por debajo de cero. Las obligaciones españolas equivalentes rinden un 0,79 por ciento y los bonos de Estados Unidos un 1,78 por ciento. La deuda pública del país de las barras y las estrellas ha superado los 30 billones de dólares. Una cifra gigantesca u complicada de gestionar.