Extrema volatilidad en la Bolsa ante el reñido recuento de votos en la carrera a la Casa Blanca

La Bolsa se ha movido hoy como pollo sin cabeza ante el aumento de la incertidumbre en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El índice Ibex 35 ha subido un 0,45 por ciento al cierre, hasta 6.781 puntos. Cierra lejos de 6.560 puntos en los que ha comenzado la sesión. Los bancos han lastrado hoy al mercado. Han flojeado también las acciones de las empresas relacionadas con las energías renovables, que son las que más se hubieran beneficiado por una victoria del demócrata Joe Biden en la carrera a la Casa Blanca. Una victoria que ahora está en vilo, aunque no descartada. Ni mucho menos. Por el contrario, las empresas relacionadas con los combustibles fósiles, como Repsol, han operado con más firmeza que la media del mercado. Mejor van las cosas en Wall Street, que muestra ganancias a media sesión de entre un 2 y un 4 por ciento.

Dentro de casa, además de por la creciente incertidumbre en Estados Unidos los inversores siguen muy preocupados por el impacto de los confinamientos sobre la actividad económica. De hecho parece que la recuperación del tercer trimestre no tendrá continuidad en el tramo final del año. Algunos expertos esperan que el PIB de España se contraiga en este último cuarto del año entre un 3 y un 5 por ciento. Y queda muy en el aire la recuperación prevista para el próximo ejercicio.

Hoy se han publicado los indicadores de actividad en el sector servicios, tanto en Europa como en Estados Unidos. Han sido bastante peores que los datos de actividad manufacturera que se conocieron el lunes. Los datos servicios muestran un gran deterioro en el sector no manufacturero. La economía europea se ha estancado en las últimas semanas. En España el enfriamiento del sector continúa agudizándose, lo que es todo un problema para un país tan volcado en el turismo. Ha caído de una lectura de 44 puntos en septiembre a 41,4 en octubre. Los registros inferiores a 50 apuntan hacia una contracción de la actividad económica. También en el conjunto de la zona euro el sector servicios muestra una importante debilidad. En Alemania este indicador se ha contraído hasta 49,5 puntos, entra por tanto de nuevo en zona de crecimiento negativo de la economía.

El dinero busca refugio en el mercado de deuda, lo que hace subir los precios de los bonos y hace bajar su rentabilidad. Las obligaciones españolas a diez años ofrecen un rendimiento inferior al 0,10 por ciento. Un 0,08 por ciento, exactamente, que es un nivel nunca antes visto. Los bonos de Estados Unidos al mismo plazo rinden un 0,77 por por ciento. Su rentabilidad ha caído un 12 por ciento respecto a los niveles de ayer. Además se fortalece el dólar. Hoy el euro se cambia por poco más de 1,17 dólares, pero ha llegado a moverse en 1,1640. Ha subido también el precio del petróleo. El barril del Mar del Norte se paga esta tarde a 40,50 dólares.

En el mercado de metales preciosos, el oro sigue de capa caída. Ha corregido con fuerza desde los máximos históricos que consiguió en agosto. Hoy se paga a menos de 1.900 dólares por onza. Se aleja de los 2.050 dólares que alcanzó hace menos de tres meses. Pero no se descarta un repunte. La incertidumbre electoral en Estados Unidos y la preocupación por la lenta recuperación de la economía mundial, puede darle alas. Los expertos de Citi sitúan su precio objetivo para la onza de oro en 2.200 dólares a tres meses vista. Y elevan el listón hasta 2.400 con un horizonte de entre seis y doce meses.