Las dudas en Wall Street siembran el desconcierto en las bolsas europeas

Las actas de la última reunión de la Reserva Federal publicada el miércoles han puesto patas arriba a los mercados financieros internacionales. En realidad, no han hecho más que confirmar el consenso entre los miembros de la entidad para empezar a reducir las compras mensuales de 120.000 millones de dólares en activos de forma progresiva en alguna de las tres próximas reuniones que le quedan este año. Algo que ya venían barruntando los analistas.

Esta medida destinada a evitar el sobrecalentamiento de la economía norteamericana, que está creciendo a un ritmo mayor de lo previsto, tendrá un efecto directo en el recorte de los beneficios empresariales a futuro. Y aunque traerá consigo una mayor estabilidad, lo cierto es que ha cogido a los principales índices de Estados Unidos en zona de máximos gracias precisamente al empuje mostrado por los resultados del primer semestre.

En un día sin datos macroeconómicos relevantes, este motivo ha sido suficiente para dar continuidad a una prudente retirada de beneficios –iniciada ayer- en la apertura de Wall Street; aunque los analistas no creen que se vaya a poner en riesgo, de momento, la tendencia alcista actual en los indicadores norteamericanos.

En cualquier caso, las dudas en al otro lado del Atlántico han provocado una alerta generalizada en el resto de bolsas internacionales. En Europa han destacado los descensos de más del 2,3 por ciento del CAC París y del orden del 1,5 por ciento en el FTSE de Londres y en el DAX alemán.

El mercado español, en cambio, se ha mostrado algo más resistente a estas caídas y ha evolucionada de menos a más a lo largo de la sesión para reducir sustancialmente los recortes en la recta final. El índice Ibex 35 ha caído un 0,7por ciento, muy lejos de los descensos en Europa, tras encontrar soporte sobre la zona de los 8.900 puntos.

El motivo de esta mayor solidez quizás está en que la bolsa española acumula un gran retraso respecto al resto de plazas vecinas, pero también estaría influyendo el empuje del sector energético tras la reciente convocatoria para la una segunda subasta de renovables prevista por el Estado para este año.

No en vano, Red Eléctrica, con un alza del 2,3 por ciento, e Iberdrola, con un avance del 2 por ciento, se han situado entre los mejores valores en la sesión. Endesa, por su parte, se ha apuntado una subida del 1 por ciento.

El valor más alcista del selectivo, sin embargo, ha sido Grifols al apuntarse una subida del 4,2 por ciento después de que la agencia de medición de riesgos Moody´s ratificara ayer su calificación crediticia.

En el otro platillo de la balanza se han situadas las siderúrgicas y los bancos. Arcelor Mittal se ha desplomado un 7 y Acerinox ha caído un 3,35 por ciento al ser una de las más perjudicadas por el efecto en su demanda de un posible enfriamiento de las principales economías mundiales.

El mercado también ha castigado con fuerza al sector bancario, aunque en su caso deberían salir beneficiados ante el endurecimiento de la política monetaria. El BBVA se ha dejado un 3,55 por ciento y Banco Santander ha retrocedido un 2,7 por ciento.

Fuerte tensión también en el resto de los mercados financieros. El billete verde se ha disparado al alza ante la perspectiva de un endurecimiento de la política monetaria norteamericana, llevando el cambio del euro por debajo ya de 1,17 dólares.

Esta fortaleza y las cifras récord en cinco meses de las exportaciones de petróleo de Arabia Saudí están contribuyendo al rápido abaratamiento del precio del crudo. El barril de Brent se paga a menos de 66 dólares, su nivel más bajo en casi tres meses.