Los bancos celebran en Bolsa la contundente subida de tipos de interés del BCE

El Banco Central Europeo ha hecho buenos los pronósticos de la mayor parte de los analistas y ha subido el precio del dinero en tres cuartos de punto, hasta el 1,25 por ciento. La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, ha dejado claro que seguirá endureciendo su política monetaria con el objetivo de atajar cuanto antes la escalada vertical de la inflación. Además, el BCE ha rebajado sus previsiones de crecimiento económico. Espera un 3,1 por ciento en este año, un 0,9 el que viene y un 1,9 en 2024. Y ha incrementado sus proyecciones para la inflación. Cree que el promedio en este año en curso será del 8,1 por ciento, para bajar al 5,5 en 2023 y al 2,3 en el año siguiente. El BCE espera por tanto más inflación y menor crecimiento. Un escenario poco propicio para los mercados financieros.

Han bajado los precios de los bonos y han subido sus rentabilidades. Pero la Bolsa ha reaccionado al alza. El índice Ibex 35 ha cerrado la sesión en 7.917 puntos, con una ganancia del 0,78 por ciento. Han subido hoy con claridad las acciones de los bancos y también las empresas de energías renovables. Las entidades financieras se benefician por tipos más altos, ya que mejoran sus márgenes. Más de un 6 por ciento ha subido Bankinter, Caixabank y Sabadell.

La Comisión Europea puede aprobar mañana en su “cumbre energética” un tope de 200 euros por megavatio hora a la energía que se genera con fuentes renovables que no sean gas. Es un tope relativamente alto, lo que beneficia a las compañías del sector de las energías limpias. Y podría dar luz verde a un impuesto temporal a las energía fósiles, como son las procedentes del petróleo, el gas y el carbón. Hoy Solaria y Acciona Energía han subido con fuerza. El en otro platillo de la balanza, han cerrado con pérdidas Inditex y Telefónica. Esta última ha perforado el nivel de los cuatro euros por acción.

Además del impacto sobre los mercados financieros, la subida de tipos de interés tendrá su efecto sobre las empresas y para las familias. Subirá más el euribor, así que aumentarán las cuotas de las hipotecas a tipo variable en su próxima revisión. En general se encarecerá todo el crédito. En consecuencia, probablemente aumentará la morosidad, por lo que los bancos serán más restrictivos a la hora de conceder nuevos préstamos. Menos créditos y más caros. El mercado inmobiliario puede resentirse.

Se encarecerá la financiación de las empresas. También el Tesoro público tendrá que pagar más para financiar su deuda. Y nadie olvida que el Tesoro, como Hacienda, somos todos. No se sabe si estas subidas de tipos serán muy efectivas a corto plazo contra la inflación, pero seguro que reducirán la actividad económica y eso se dejará notar en toda la sociedad. Todos más pobres.

Lo bueno es que puede repuntar el euro, (al menos momentáneamente hasta que la Reserva Federal mueva ficha de nuevo), lo que suavizará la factura energética, que se paga en dólares. Además los ahorradores podrán colocar su dinero con una mayor rentabilidad. Ya hay bancos que remuneran las cuentas corrientes hasta con un 2 por ciento. También los bonos públicos y privados serán más rentables. Menor actividad supone menor demanda de carburantes, así que bajarán los precios si no se producen acontecimientos inesperados en el ámbito geopolítico.

Además del BCE, los mercados han seguido con atención las palabras del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. En una comparecencia pública ha asegurado que seguirá actuando con contundencia para controlar los precios lo antes posible. No se esperaba otra cosa. La Bolsa de Nueva York opera esta tarde con ganancias.